Onésimo Cepeda, acusado de fraude por 130 millones de dólares, estuvo internado 4 días
Según personal de la diócesis, el prelado guardará reposo fuera de la ciudad de México
Miércoles 24 de noviembre de 2010, p. 18
Luego de permanecer internado cuatro días en el hospital Ángeles del Pedregal, debido a que la tarde del jueves sufrió un infarto, el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, fue dado de alta la tarde del lunes. Personal de la diócesis informó que el prelado fue trasladado a la casa parroquial, ubicada en la colonia Guadalupe Victoria, y por prescripción médica su reposo será fuera de la ciudad de México, en un lugar de poca altura.
A diferencia de su llegada al nosocomio, que fue por vía aérea, el jerarca dejó el hospital en automóvil, de manera discreta pero con buen talante, informaron fuentes cercanas al obispo.
Mientras, especialistas en leyes dijeron que el padecimiento cardiaco de Cepeda y sus 73 años de edad le abren la puerta para que no pise la cárcel, en caso de que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ejercite acción penal en su contra por supuestamente simular un préstamo por 130 millones de dólares.
En marzo de 2004, una reforma al artículo 55 del Código Penal Federal –que se aplica por similitud en casos del fuero común– estableció la figura de prisión domiciliaria
, con el propósito de que cualquier imputado mayor de 70 años puediera enfrentar un juicio penal en su casa.
Mientras tanto, ayer venció el plazo en el juzgado décimo primero de distrito para que el Ministerio Público solicite la revisión del amparo que ordena a la PGJDF reabrir la indagatoria contra Cepeda Silva.
Al cierre de esta edición se desconocía si la autoridad ministerial había solicitado la revisión del amparo.
El penalista Xavier Olea Peláez, abogado de la empresa Arthinia, que denunció al prelado por un fraude de 130 millones de dólares, afirmó ayer a La Jornada que en caso de que se libre la orden de aprehensión (contra Cepeda Silva), tendrá que ser detenido e ingresado al Reclusorio Sur
.
Olea Peláez añadió que sólo después de que Onésimo Cepeda rinda su declaración preparatoria ante el juzgado y tras la rejilla de prácticas, el jerarca de la Iglesia católica podría solicitar al juez que le haga válido su derecho a prisión domiciliaria, pero no antes.
El viernes pasado, la hermana del prelado, Lily Cepeda, manifestó su enojo porque se insinuó que el problema de salud de su hermano era una simulación para aminorar los efectos de la demanda en su contra.