Ciudad del Vaticano, 23 de noviembre. Un alto funcionario del Vaticano pidió hoy buscar en el seno de los legionarios de Cristo a los responsables de la cobertura de la cual gozó su fundador, Marcial Maciel Degollado, para llevar una doble vida llena de excesos.

Durante la presentación del libro-entrevista con el Papa Luz del mundo, del autor alemán Peter Seewald, Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, pidió verificar quién encubrió al sacerdote.

Tenemos que ser capaces de verificar cómo (los actos inmorales del fundador) fueron bien cubiertos dentro de la congregación, dijo ante la prensa internacional en el auditorio de la oficina de información del Vaticano.

Porque una vida negativa como la de Marcial Maciel debe tener sus causas en el interior (se debe investigar a) quién tomaba sus citas, preparaba su agenda y lo llevaba en coche. Hay que indagar en aquella dirección antes que en la externa, apuntó.

Con estas palabras, Fisichella comentó el pasaje del libro en el cual Benedicto XVI se refirió al fundador de la Legión, al cual consideró un falso profeta que llevó una vida de aventuras, disipada y extraviada.

En el texto, el obispo de Roma lamentó la lentitud y atraso del Vaticano al abordar las denuncias de abuso sexual contra el religioso, aunque justificó que sus abusos estuvieron bien ocultos y aseguró que sólo hasta el año 2000 hubo pruebas fehacientes.

La respuesta de Fisichella de indicar posibles responsabilidades en el seno de la congregación y no afuera se refirió específicamente a la pregunta de si existió encubrimiento también en la estructura del Vaticano.

En Luz del mundo, por primera vez Joseph Ratzinger reconoció el retraso del gobierno central de la Iglesia en sancionar a Maciel, lo que ocurrió apenas hasta 2006, cuando se obligó al sacerdote a retirarse de la vida pública y del ministerio sacerdotal.

Además, calificó a la figura del fundador de enigmática, porque, por un lado vivió fuera de la moralidad e inmerso en aventuras mientras, por el otro, construyó con dinamismo y fuerza la comunidad de la Legión.

Sobre la auditoría conducida a todas las comunidades de los legionarios, sostuvo que su resultado llevará a reformas necesarias. Hay que hacer correcciones, pero en términos generales, es una comunidad sana. Hay en ella muchos jóvenes que quieren servir con entusiasmo a la fe. Muchos de ellos partieron de una figura falsa, pero al final se han visto llamados a adherir a una correcta, ponderó.

Ésta es la contradicción: que, por así decirlo, un falso profeta haya podido tener un efecto positivo. A esos jóvenes hay que darles un nuevo aliento. Hace falta una estructura nueva para que no caigan en el vacío, concluyó.