Opositores y oficialistas, con mensajes y manifestaciones antagónicos; no hubo incidentes
Sábado 11 de diciembre de 2010, p. 27
La Habana, 10 de diciembre. El día internacional de los derechos humanos se recordó en Cuba este viernes con mensajes y manifestaciones antagónicos, sin que se registraran incidentes graves.
Jóvenes partidarios del gobierno se concentraron en el céntrico parque Villalón de la capital, en el que alternaron música y baile con breves discursos sobre la política social y el acceso gratuito a la educación y a la salud como ejemplos del respeto a los derechos humanos en la isla.
En ese mismo parque estaba convocada una marcha opositora, como ha ocurrido en años anteriores, pero esta vez no se realizó ni estuvo su principal impulsor, el médico Darsi Ferrer, quien habría sido detenido poco antes de la movilización, según reportaron fuentes de la disidencia.
Las Damas de Blanco, esposas de opositores presos, realizaron una sorpresiva protesta simultánea en tres lugares: el Combinado del Este, la principal prisión del país; la cárcel 1580, en el municipio San Miguel del Padrón de la capital, y la Dirección de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior, en el céntrico barrio del Vedado.
En las manifestaciones las mujeres pidieron la libertad de los 11 opositores del grupo de sentenciados en 2003 que todavía permanecen presos, informó Laura Pollán, portavoz del grupo de familiares. La vocera señaló que las protestas se cumplieron en forma pacífica y sin incidentes.
En contraste, el jueves por la tarde unas decenas de integrantes del mismo grupo intentaron realizar una caminata por la principal avenida del Vedado, pero tuvieron que suspenderla porque una contramarcha de cientos de oficialistas rodeó a la columna opositora, en medio de gritos y empujones.
Como ha ocurrido otras veces, el grupo progubernamental lanzó consignas como ¡Esta calle es de Fidel!
y ¡Vendepatrias!
–en alusión a las Damas de Blanco–, mientras las opositoras replicaron con gritos de ¡Libertad!
Los opositores presos desde hace siete años han sido liberados por la intermediación de la Iglesia católica y el apoyo del gobierno de España, que ha facilitado el traslado de los reclusos a ese país. El cardenal Jaime Ortega ha confirmado que todos los procesados en 2003 saldrán de prisión, aunque rechacen salir del país.
De los 52 integrantes de ese grupo que aún quedaban presos en julio –cuando se inició la mediación de la Iglesia–, 40 ya salieron de la cárcel y viajaron a España, mientras que uno más recibió una licencia extrapenal (salida de prisión, pero con la condena vigente) y se quedó en Cuba.
Los 11 aún presos han rechazado la salida a España y esperan su liberación para permanecer en la isla caribeña.