Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, ex jefe de sicarios del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, logró que un juzgado federal eliminara dos delitos que le imputó la Procuraduría General de la República (PGR), aunque seguirá preso por otros dos cargos penales, revelaron ayer fuentes judiciales.

El presunto narcotraficante también enfrenta una orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos.

Valdez fue encarcelado en el penal de máxima seguridad del Altiplano el pasado 19 de noviembre, en cumplimiento a una orden de aprehensión por los delitos de privación ilegal de la libertad, delincuencia organizada, contra la salud y posesión de cartuchos.

Sin embargo, durante el término constitucional (144 horas), sus abogados aportaron un legajo de pruebas que echaron abajo los dos últimos delitos, por lo que el juzgado tercero de distrito con sede en Guerrero sólo lo procesará por secuestro y delincuencia organizada.

En otro juzgado, con sede en el Distrito Federal, se desahogará el procedimiento de extradición que se inició a petición del gobierno de Estados Unidos, país que lo requiere con base en un mandato de captura que libró la corte federal del distrito este de Luisiana por los delitos de asociación delictuosa y distribución de más de cinco kilos de cocaína.

Los delitos que se le imputan en territorio mexicano están relacionados con un caso que se remonta a 2005. Valdez es acusado de ordenar el levantón de seis integrantes de la organización criminal Los Zetas, y filmar la ejecución de los sicarios contrarios al cártel de los hermanos Beltrán Leyva, al que pertenecía La Barbie.

Valdez Villarreal fue detenido el 30 de agosto por elementos de la Policía Federal en un inmueble ubicado en el poblado de Salazar, estado de México, durante un operativo en el que le decomisaron diversas armas de fuego, aparatos de comunicación y cocaína.

A principios del mes pasado, Valdez Villarreal empezó a declarar ante fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), y su primer testimonio sirvió para encarcelar a Francisco Javier Gómez Meza, ex director de Despliegue Regional de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y del penal de máxima seguridad de Occidente, en Jalisco.