Sumó siete victorias en el Tour de Francia
Sigue envuelto en sospechas de dopaje
Lunes 24 de enero de 2011, p. 8
Adelaida, Australia, 23 de enero. En el Tour Down Under ciclista el estadunidense Lance Armstrong puso fin a su carrera internacional, marcada por grandes éxitos –siete victorias en el Tour de Francia entre 1999 y 2005–, pero también por continuas sospechas de dopaje.
A sus 39 años, el pedalista de Texas ya avisó que la prueba australiana sería la última que correrá a escala mundial.
Me voy sabiendo que di lo mejor de mí mismo y sin necesidad de que me pongan una placa o de que me erijan una estatua
, afirmó antes del Down Under. Su actividad podría continuar con algunas pruebas en Estados Unidos o en bicicletas de montaña y triatlón.
“Si gané siete veces el Tour de Francia creo que fue gracias a un enfoque distinto de nuestro deporte. Revolucionamos la manera de entrenar, la fuerza mental de un equipo, la forma de preparar las carreras y de disputarlas, así como de vender el deporte”, explicó.
Campeón del mundo en 1993, Armstrong marcó la historia del ciclismo con sus siete victorias seguidas en la ronda gala, poco después de haberse retirado un tiempo para tratarse un cáncer de testículos.
Durante siete años dominó por completo a sus rivales, como el alemán Jan Ullrich, quien luego reconoció haberse dopado, antes de retirarse en 2005.
En 2009 decidió volver a la competición aunque sus resultados fueron menos importantes, con un tercer lugar en la carrera de ese año que ganó su compañero de equipo en el Astana, el español Alberto Contador, y el lugar número 23 un año después.
Con su vuelta al primer plano en el ciclismo volvieron a surgir las acusaciones de dopaje, que el corredor siempre desmintió, sobre todo las de Floyd Landis, ganador del Tour 2007 –título que perdió luego por dopaje– y quien fue su compañero de equipo en el US Postal en 2001 y 2004.
Las revelaciones de Landis, quien asegura que vio a Armstrong doparse en varias ocasiones
, convencieron a las autoridades de Estados Unidos de abrir una investigación federal que actualmente sigue su curso.
Varios testigos comparecieron, a puerta cerrada, ante un jurado de Los Ángeles y, en caso de que haya indicios suficientes, la justicia podría inculpar a Armstrong por fraude en una empresa pública, porque el equipo US Postal, de los Correos de Estados Unidos, estaba financiado con dinero público.
Esta semana el semanario Sport Illustrated reveló nuevas acusaciones de consumo de sustancias prohibidas en los años 1990, cuando Armstrong corría para la formación Motorola. Su ex compañero de equipo Stephen Swart lo acusa de ser el instigador
de un sistema de dopaje organizado.
Pero Armstrong sigue negando todo y esta semana en Adelaida, donde se disputaba el Tour Down Under, dijo que no tenía nada que decir
y que no estaba preocupado en absoluto.
A pesar de las sospechas, el pedalista sigue siendo un ídolo para millones de fans y con frecuencia aparece en revistas del corazón, como en octubre pasado cuando nació su quinto hijo.