El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Talleres Gráficos de México, José Alejandro Anaya, denunció que un grupo de empleados externos fue contratado fuera de la organización gremial, para llevar a cabo la impresión de la cédula única de identidad, con lo que se excluyó de este trabajo a los sindicalizados.

El dirigente señaló que los nuevos contratados tienen salarios que nunca han visto trabajadores con 15 o 20 años en estos talleres, porque están muy por encima de los sueldos promedio de los sindicalizados.

Anaya planteó que al parecer se hizo una inversión millonaria para la compra de la maquinaria y los insumos, y tentativamente los trabajos podrían arrancar a finales de este mes, en lo que se refiere a la cédula de identidad para menores.

Sostuvo que los 240 integrantes de este sindicato están capacitados para realizar la impresión de la cédula única, ya que efectúan trabajos de alta responsabilidad, como las boletas electorales y el Diario Oficial de la Federación, por lo que no se explica por qué se decidió contratar a empleados externos para esta labor.

Demandó que, en todo caso, los nuevos trabajadores deben estar sindicalizados porque, según ha trascendido, el proceso de dotar con cédula única a la población infantil, primero, y a todo el país, después, podría tardar cinco años, periodo en el que se le quitará materia de trabajo al gremio.

Expuso que la plantilla externa contratada para la cédula única está integrada por entre 80 y 100 trabajadores (30 o 40 por ciento más de los sindicalizados actuales), los cuales operan en un “bunker” acondicionado dentro de las instalaciones de los talleres, donde ya se está montando la maquinaria de alta tecnología.

A los trabajadores sindicalizados se les ha hecho a un lado del proyecto cuando, en primer término, debieron ser contemplados para recibir capacitación y realizar el trabajo, reiteró.

Dijo que si se requería más personal se tenía que contratar mediante el sindicato y negociar condiciones salariales, homologaciones, ya que se tiene a la gente con salarios castigados y cuando hay la oportunidad de mejorar a través de nuevos proyectos se contrata por afuera, lo que es injusto y pasa por encima de los derechos sindicales del gremio.