Al dramaturgo y director escénico Humberto Robles le tienen sin cuidado las etiquetas que le puedan poner a su trabajo. Si le llaman teatro del dolor, documental, de denuncia, político o panfletario, no importa; lo que me interesa es que sea un teatro útil, afirma.

De esa manera, el también guionista y activista defensor de los derechos humanos ha orientado parte medular de su trabajo a crear y montar propuestas escénicas basadas o relacionadas con causas o movimientos sociales, y también que tengan aspectos de carácter político o social, que a su parecer no deben pasar inadvertidos o ser olvidados.

Es el caso de su obra Mujeres de arena: testimonios de mujeres en Ciudad Juárez, en la que aborda los feminicidios perpetrados en aquella ciudad fronteriza, o de su espectáculo Mujeres sin miedo: todas somos Atenco, sobre la represión en San Salvador Atenco, estado de México, en 2006.

Su más reciente propuesta dentro de esa línea es la obra Nosotros somos los culpables, que se estrenó la noche del sábado, como lectura dramatizada, en el Foro Ana María Hernández de la delegación Coyoacán.

Crimen impune

El motivo fue recordar que han transcurrido 20 meses de la tragedia en la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, en la que 49 niños murieron y más de 70 resultaron con lesiones graves de por vida, y ese crimen aún permanece impune.

La pieza fue escrita y montada a instancias del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio AC, integrado por madres y padres de los pequeños víctimas del incendio ocurrido en aquella estancia infantil, además de ciudadanos que se han solidarizado con la causa y exigen que sean castigados los responsables.

El libreto de Nosotros somos los culpables está basado en el libro La tragedia de la guardería Abc, de Diego Enrique Osorno, y algunos poemas de 49 globos, de Juan Carlos Mijangos Noh, y en él se refieren a manera de un pormenorizado reportaje periodístico todos los detalles relacionados con ese indignante y triste suceso.

Así, mediante la recreación de diversos testimonios, se evidencia que lo ocurrido en esa guardería el 5 de junio de 2009 no fue un accidente, sino un crimen, en el que presuntamente están coludidos los dueños de esa instancia infantil, como autoridades de los tres niveles de gobierno.

Entre estas últimas se señalan al presidente Felipe Calderón; el ex gobernador de Sonora, Eduardo Tours, y tanto al anterior como el actual titulares del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Juan Francisco Molinar Horcasitas y Daniel Karam, de forma respectiva.

Pero también se asume como responsables a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por su resolución, en la que se exculpa de los hechos a esos altos funcionarios; a los medios de información, por callar los hechos con el paso del tiempo; a los padres de esos pequeños, por confiar en las instituciones y en el gobierno, y al resto de la sociedad mexicana, por permanecer, en su mayoría, indolente ante la tragedia.

Ocho actores intervinieron en esta puesta, cuatro mujeres e igual número de hombres, todos vestidos de negro, quienes dieron voz a testimonios de las diferentes partes involucradas, desde los padres de familia, las cuidadoras de la guardería y testigos presenciales de los hechos, hasta algunos de los propietarios del local y los políticos involucrados.

Sobre el escenario no había más elementos que 49 veladoras encendidas dispuestas en el piso en siete filas de siete, con lo que se formó un rectángulo, además de una manta en la que se reproducían fotografías de los rostros de los 49 niños muertos y el nombre del movimiento 5 de Junio.

A lo largo de los 50 minutos de duración de la puesta, se afirma con insistencia que lo que pasó aquel 5 de junio de 2009 jamás debió existir, además de dejar abierta las interrogantes sobre quiénes mienten y quiénes son los culpables, y exigir justicia y castigo para ellos.

Si bien aún no están determinadas las fechas, existen ya diversas invitaciones para representar esta obra en Guadalajara, Sonora y Nueva York, adelanta Humberto Robles, quien comenta que subió el texto de la misma a Internet, y es muy seguro que sea puesta en escena en diversos puntos del país y el mundo.

En entrevista, el creador escénico defiende el papel del teatro como vehículo alternativo de información, así como elemento generador de conciencia social y política.

Veo tantas obras de teatro en la cartelera que carecen de importancia que, montar una más, para mí no tiene sentido; entretienen, divierten, pero nada te dicen como individuo ni como mexicano, indica.

Lo que se está viviendo es un caos, en especial el caso de la guardería ABC, el cual debería estar en boca de todo mundo. Mis colegas dramaturgos y directores me dejan un espacio muy grande, un campo muy extenso para montar este tipo de propuestas.

A su decir, Mujeres de arena, que se ha representado con gran éxito en países de América y Europa, es “el mejor ejemplo de que este tipo de teatro funciona, de que el público está interesado y, por consiguiente, no todo tiene que ser musical o entretenimiento solamente. Esa es una de las razones que me han llevado a permanecer en esta vertiente.

Además, estoy muy ligado con los movimientos, no es nada más de que vea un caso y escriba, sino que me involucro a fondo: estoy en contacto con los afectados, me adentro en el problema, participo en las marchas y manifestaciones.

–¿Qué tan complicado es abordar este tipo de temáticas sin caer en lo panfletario?

–En este momento tan urgente, considero que es indispensable hacer teatro útil, y si le llaman panfletario, perdón que lo sea. Me cuesta mucho trabajo decirlo, porque yo hago el trabajo. Lo que más rescato de este tipo de propuestas es el testimonio de la gente.

Que el testimonio de una mamá, de una mujer desaparecida en Ciudad Juárez o de uno de los padres de los 49 niños muertos en la guardería ABC suene panfletario, es lo menos. Lo que importa es el dolor, lo que nos están diciendo, y transmitirlo; allí radica su valor. Si tiene un sesgo panfletario, no me importa.

–¿Su trabajo está entonces encaminado a trabajar con el dolor?

–Llega el momento en que pienso que quizá es mucho hacer teatro documental, pero considero que tiene un sentido y repercusiones. Vivo rodeado del dolor, pero tengo la ventaja de que soy muy alegre y optimista.

Sí me duelen y sufro mucho por estas situaciones, pero mi carácter me ayuda mucho a enfrentarlas y poder seguir viviendo. Me siento satisfecho por lo que hago, aun con sus fallas y errores, porque es importante y útil.

En el contexto de la presentación de La tragedia de la guardería ABC, el movimiento 5 de Junio solicitó a la ciudadanía estar muy al pendiente y participar en sus próximas acciones. Para mayor información, puede consultarse la página web www.movimiento5dejunio.org