La autora revisita, actualiza y reformula
los relatos pintados en su poemario
Lunes 7 de febrero de 2011, p. a11
Los exvotos son el mejor ejemplo de la forma en que texto e imagen se unen; Carla Faesler recurre a esa expresión de arte popular para revisitarla, actualizarla, reformularla y reproponerla
en su poemario Catábasis exvoto.
Esta no es la primera vez que Faesler (ciudad de México, 1967) une en su creación la imagen y la literatura. En 2003 fundó el colectivo Motín Poeta, que terminó el año pasado, cuyos proyectos tuvieron a la poesía como punto de partida. En 2005 “comencé a trabajar de manera más personal sobre imagen y texto, tengo videos (videopoemas), y en 2007 nos reunimos con un grupo de amigos para hacer propuestas muy concretas, generalmente multidisciplinarias o disciplinarias; a partir de ahí comencé a hacer este tipo de tratamiento de fotografía collage”.
Una vez publicado el libro, por la editorial Bonobos, comencé a entender lo que hice
, añade en entrevista la autora de Tú sino la Piedra. “Ahora veo este libro de Catábasis exvoto como una articulación de esperanza, porque el exvoto, más allá de la cuestión interesante para este ejercicio que es el ser por excelencia, es el objeto que enlaza imagen y texto”.
Como ejercicio de la interdisciplina, agrega, el exvoto es un territorio maravilloso. Visto desde el hoy, desde la actualidad, es interesante explorar de qué manera puedes seguir con esa idea, pero por otro lado; el exvoto es vivir en un universo de esperanza, es la devoción, la promesa, la posibilidad, el agradecimiento y el lamento. Todo ese universo mágico, místico, a la hora de la hora te atrapa, y de repente siento que la vida es un exvoto, porque a veces, por circunstancias históricas, obligan a una población a vivir como en un exvoto, siempre agradeciendo o lamentando
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A lo mejor vivo en un exvoto desde hace no sé cuántos años, dijo en entrevistaFoto Carlos Cisneros
El arte funciona en dos ejes: descripción e imaginación del mundo, y celebrarlo o lamentarlo; aquí el exvoto funciona para todos, porque así como describe y celebra el mundo, lamentas e imaginas una posibilidad. De verdad siento que vivimos un poco en un exvoto
.
Catábasis exvoto es un libro completo, se basta a sí mismo, es una historia, hay narrativa. No son poemas aislados; el ritmo lo marca la exploración de una nave, con fechas que no pueden ser reales, como el 3.3 de febrero o el 32 de diciembre; eso también lo imaginé como un desfase y una entrada a este mundo mágico, de lo irracional y de lo absurdo. Yo soy la nave. Así como el individuo o la persona es la nave, siempre en permanente exploración
.
La imagen que utiliza Carla Faesler hace más íntimo el ejercicio poético: su autorretrato, ella misma en diferentes movimientos. “A lo mejor vivo en un exvoto desde hace no sé cuántos años. Lo he pensado, pero el autorretrato como recurso artístico es viejo y es de las primeras manifestaciones artísticas: entrar en la escena. En el exvoto el donante entra en la escena, porque es comprometerse de manera muchísimo más profunda. El autorretrato es un recurso artístico común, lo puedes analizar desde todos los puntos de vista, desde el narcisismo hasta la esquizofrenia. Pero a la hora de la hora, en un principio lo que buscaba era la figura humana y acabé haciendo los movimientos y los gestos que necesitaba para las imágenes.
“Lo primero que hacía era fotografiar los monitos de señalización de los baños, del aeropuerto, todo eso, pero no me gustó nada. No era lo que necesitaba. Entonces ya vas encarnando y terminas diciendo: ‘sí, efectivamente, en el autorretrato hay un compromiso donde justamente enfrentas todas sus consecuencias’.”