La Paz, 10 de febrero. El presidente de Bolivia, Evo Morales, se vio obligado hoy a cancelar su participación en los actos de conmemoración de los 230 años del llamado grito libertario de Oruro, a causa de una serie de manifestaciones callejeras de protesta de organizaciones sindicales y vecinales contra el aumento de precios de alimentos y del transporte público. Otras marchas masivas contra la inflación hubo en Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto.

Los manifestantes hicieron estallar cohetes y dinamita en los momentos en que se iniciaba un desfile cívico conmemorativo que el mandatario tenía previsto observar desde un palco en una plaza pública de la ciudad.

Es lamentable que cuando se iniciaba el desfile cívico, grupos de dirigentes despistados y con un pasado ligado a los golpes de Estado realicen manifestaciones de protesta con el estallido de dinamitas y cohetes, con el fin de provocar temor en la población, afirmó el portavoz presidencial, Iván Canelas, al explicar las razones del retorno de Morales.

Cabelas aseguró que las manifestaciones fueron alentadas por el secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental de Oruro, Jaime Solares, quien ha sido ligado con los grupos que gobernaron el país durante la dictadura de la década de 1980.

El gobierno de Morales enfrenta desde hace varias semanas protestas contra el aumento de precios. Además, organizaciones de comerciantes al menudeo reclaman el cierre de la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos por presuntas prácticas desleales en el mercado de alimentos básicos como el azúcar.

Masivas marchas se registraron en las ciudades de Cochabamba, en el centro del país, y Santa Cruz, en el este. Comerciantes de esta última localidad cortaron la carretera que une con Cochabamba y la vía de ingreso al aeropuerto internacional Viru-Viru, según imágenes del canal privado TV PAT; en La Paz y El Alto los comerciantes cumplieron un paro parcial, sin causar mayores incidentes.