Washington, 10 de febrero. América Latina se aleja de la influencia estadunidense, y al mismo tiempo su líder político más crítico, el presidente Hugo Chávez, sufre crecientes dificultades, señaló un informe anual de la Oficina Nacional de Inteligencia estadunidense.

Presentada este jueves ante el Congreso por el jefe de la oficina, James Clapper, esta Evaluación de Amenazas Mundiales sirve para orientar las necesidades presupuestarias de 16 servicios de inteligencia en el país.

El texto señala que Chávez enfrentará crecientes protestas el año entrante, en el contexto de una economía con pobre desempeño y una oposición vigorizada, a pesar de lo cual continúa firme en el poder.

En toda la región, añade, los esfuerzos regionales que debilitan la influencia estadunidense están ganando impulso. La creación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur, con 12 países en la actualidad) aumentó esa tendencia en detrimento de la Organización de Estados Americanos, que durante seis décadas ha sido el foro continental por excelencia.

Los países sudamericanos, con una o dos excepciones, apelan cada vez más a Unasur para responder a las disputas o la inestabilidad en la región, y Brasil probablemente seguirá utilizando esa influencia para enfatizarla como el primer mecanismo de seguridad y resolución de conflictos.

Sobre Cuba, menciona que aislada del sistema americano, sufre duras privaciones, aunque el régimen por ahora puede sofocar las voces disidentes.

El líder cubano, Raúl Castro, anunció en 2010 el despido inicial de 500 mil trabajadores públicos y la liberalización bajo estricto control de algunas actividades privadas. Dudamos que la economía cubana pueda absorber rápidamente a todos los trabajadores públicos, teniendo en cuenta todos los obstáculos burocráticos y estructurales para un aumento del empleo privado, concluyó.