La Habana, 13 de febrero. Héctor Maseda y Ángel Moya, los dos opositores liberados el sábado después de casi ocho años de prisión, aseguraron hoy que continuarán su actividad política contra el gobierno de Cuba.

En su primera mañana juntos de nuevo en la calle, ambos acompañaron en su habitual concentración semanal a las Damas de Blanco, el grupo de esposas y otras familiares de los 75 opositores sentenciados en 2003.

Al salir de prisión el sábado declaré que seguiría haciendo lo mismo que hasta ahora, dijo Maseda. Soy disidente, periodista independiente y no dejaré de estar en contra de este gobierno. Me dijeron que cualquier cosa que hiciera que violara la ley, ellos tomarían las medidas correspondientes, pero seguiré escribiendo y al frente del movimiento liberal en Cuba.

Maseda rechaza exilio

Héctor Maseda, ingeniero electrónico y maestro masón, de 68 años, rechazó seguir el camino de 40 de sus compañeros de prisión, de exiliarse en España. Hoy reveló que el cardenal Jaime Ortega le propuso salir a Estados Unidos, a través de México, pero el prisionero quería quedarse en Cuba y, además, en forma incondicional.

Finalmente, igual que Moya, pudo salir y quedarse en su país, pero con licencia extrapenal, la figura que le permite estar en la calle, aunque con la sentencia vigente, en su caso de 20 años de prisión.

Ángel Moya, obrero de la construcción, de 48 años, dijo que al llegar a su casa, en el periférico barrio de Alamar, el sábado por la noche, lo recibió un mitin de repudio de partidarios del gobierno. Sin embargo, también se declaró dispuesto a mantenerse en la oposición activa: El gobierno tiene la fuerza, pero la moral, la ética y el derecho está de nuestra parte; por tanto, la lucha continúa.

Como hacen habitualmente, las Damas de Blanco acudieron a misa en el templo de Santa Rita y luego marcharon unas 15 cuadras en el barrio residencial de Miramar, demandando la libertad de los opositores aún encarcelados. Del Grupo de los 75, considerados prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional, aún quedan siete presos.