El Teddy Award, máximo premio para cintas gay cumple 25 años
Miércoles 16 de febrero de 2011, p. a10
Berlín, 15 de febrero. Dos documentales sobre la justicia internacional marcaron esta semana la Berlinale: Escuchando al juez Garzón, de la española Isabel Coixet, y Khodorkovsky, dedicado al magnate ruso Mijail Jodorkovsky, del alemán Cyril Tuschi.
Dieter Kosslick, director de la Berlinale, presentó el documental de Coixet, quien aseguró: Creo en la decencia y la honorabilidad del juez Garzón, y cualquier persona con sentido común cree en su inocencia. Cada vez que leía algo en la prensa sobre él encontraba una nueva razón y el impulso de hacer este trabajo que le diera voz, y en el que él mismo hablara de la situación que pasa
, aseguró.
Khodorkovsky, en tanto, se llevó los mayores aplausos y es considerado ya favorito para el premio del público en la sección Panorama. Contiene entrevistas a numerosos protagonistas alrededor del caso del magnate ruso, encarcelado desde 2003 por delitos económicos y considerado el preso número uno de Putin.
Este año el Teddy Award cumple 25 años. En la Berlinale la presea máxima es el Oso de Oro; para la cinta con temática lésbico-gay el equivalente es el Teddy.
Según el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, el premio ha luchado por sacar de la esquina oscura y homofóbica al cine con temática lésbico-gay y darle el glamur y el brillo de la normalidad contra la discriminación.
El primer premio Teddy fue otorgado a un desconocido Pedro Almodóvar por La ley del deseo, en los años 80.
La filosofía de este premio es que la lucha contra la discriminación no solamente es un deber; la labor de realizadores prueba que esta lucha puede ser acompañada por una pasión contagiosa y una dosis de humor.
El mexicano Julián Hernandez ha sido reconocido en dos ocasiones con el Teddy. En 2003 por su opera prima, Mil nubes de paz cercan el cielo; amor, jamás acabarás de ser amor y en 2009, por Rabioso sol, rabiosa luna.