La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) debe ser cautelosa al reducir las tarifas de interconexión, decidirlas con base en estudios técnicos y económicos, y no por la falsa creencia de que con ello beneficiará a los pequeños operadores de telefonía, advirtió la presidenta de la consultoría Alterna, Liliana Ruiz de Velasco.

Destacó que si bien la reducción de tarifas de interconexión está orientada a beneficiar a los usuarios de servicios de telecomunicaciones, el regulador debe considerar que esas tarifas se cobran para que los operadores hagan importantes inversiones en el desarrollo de redes e infraestructura, de lo cual también debería estar pendiente la autoridad.

Consideró que las tarifas pactadas por Teléfonos de México, Telcel y Telefónica son adecuadas, e incluso un poco más bajas que en Brasil o Chile, donde estarían entre 8 y 10 centavos más por minuto a los 95 centavos que este año cobrarán esas tres empresas de telecomunicaciones.

En los últimos meses se ha dado en México una discusión cada vez más intensa entre operadores por las tarifas de interconexión que son las que se cobran entre ellos para terminar en su red una llamada originada en la de otra empresa.

El conflicto se concentra en que algunas empresas exigen que los operadores más grandes como Telcel reduzcan sus tarifas, con el argumento de que inhibe la competencia y pone barreras. En noviembre pasado la Cofetel resolvió un diferendo entre Axtel y Telefónica al señalar que la tarifa debía ser de 42 centavos por minuto. La oferta pública de interconexión hecha por Telcel se ubica en 95 centavos para este año, monto que sus competidores calificaron de elevado y como una imposición.

La especialista en telecomunicaciones Liliana Ruiz señaló que las confrontaciones entre operadores por las tarifas de interconexión son frecuentes en el mercado, sobre todo cuando de trata de empresas con diferentes modelos de negocios, característica que el regulador debe tener muy presente, porque hay empresas de nicho que siempre van a ser pagadores de interconexión y que no van a crecer en grandes proporciones porque ellas eligieron atender a un público específico.

En esos casos, puntualizó, la reducción de tarifas no representa necesariamente un beneficio al consumidor final de servicios de telecomunicaciones, y sí puede ir en contra de las grandes inversiones que los operadores de redes deben hacer para mantener y desarrollar el servicio.