Espectáculos
Ver día anteriorMartes 8 de marzo de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El cantante se recupera de hemorragia cerebral gracias al dibujo

Edwyn Collins, estrella pop que escuchó la voz de la naturaleza
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 8 de marzo de 2011, p. a10

Las alas sombreadas a rayas, el cuello arqueado y el largo pico de una garza gris dibujada a lápiz cuentan dos historias. La primera se refiere a sus sujetos; la segunda, al hombre cuyo talento les dio vida. Edwyn Collins, hoy de 51 años, llamó la atención de la prensa especializada en música a finales de la década de los 70, como el andrógino y autoproclamado chico hermoso vocalista de Orange Juice, la banda que dio principio al movimiento indie. Mucho después, se volvió conocido por el sencillo de 1994 A girl like you, que permaneció 14 semanas en las listas británicas.

Más notable es su recuperación, todavía en curso, de una doble hemorragia cerebral ocurrida en febrero de 2005, así como su producción artística de entonces a la fecha. Ha hecho dos álbumes, Home again, de 2007, grabado antes de la hemorragia, pero completado después, y Losing step, de 2010. Pero la convalecencia de Collins se ha visto apoyada también por su uso del dibujo como terapia física y sicológica. Siempre adepto al naturalismo, su tema favorito son las aves. En 2008 mostró una selección de su trabajo en la galería Smithfield de Londres, y ahora tiene montada otra exhibición, Nature Punk (Punk de la naturaleza), en la galería Idea Generation de la capital inglesa.

Progreso

Pese a tener paralizado el costado derecho, el progreso que muestra el artista entre ambas exposiciones es notable. Sus primeros trabajos, completados entre 2005 y 2008, eran dibujos a lápiz de una gallineta, una gallina de agua y un lagópodo escocés hembra, de trazos simples, aunque claramente concebidos por un ojo entrenado. En los años recientes Collins ha tenido que aprender a hablar y caminar de nuevo: al volver a dibujar ha encendido otra vez una pasión de adolescencia y ha enfocado su mente. El nuevo conjunto de dibujos parece más refinado, entre ellos un dramático crayón de una lechuza, el variopinto bordado del plumaje de un herrerillo, así como pinzones, estorninos y garcetas. Collins dice avergonzarse de algunos de sus primeros esfuerzos, más crudos.

“Se puede ver cómo van mejorando –señala–. A algunos les gustan más los primeros, más sencillos, que cambian todo el tiempo.”

Completó la mayoría de los dibujos mirando por la ventana de su casa, en West Hampstead, o copiando del Libro de las aves de Gran Bretaña. Pero le es muy útil.

“Es mi terapia –comenta–. El proceso me parece bonito, relajante y meditativo.”

Collins nació en Edimburgo en 1959, y sus padres se conocieron en la escuela de arte de la capital escocesa. Su padre, Peter, impartía conferencias sobre arte, y su pintura Consider the lilies, ingeniosa representación del escudo de armas de la casa Dundee en estilo realista mágico, se ha exhibido en la Colección Fleming de Londres; también ha trabajado en la Galería Nacional de Escocia.

“Decidí dibujar cuando tenía ocho años –rememora Collins–. Recuerdo que solía caminar en el campo y podía reconocer un tritón palmeado. La gente decía que era como estar cerca de una enciclopedia andante.”

Cuando él tenía 15 años la familia se mudó a Glasgow, donde su madre trabajaba en la Sociedad de Bellas Artes. A los 17 ya había formado la banda The Un-Sonics, cuyos miembros provenían del suburbio de clase media de Beardsden. Dos años después, el aspirante a músico tomó un trabajo asalariado de ilustrador en el departamento de parques de Glasgow y lo pusieron a diseñar folletos para paseos por los espacios verdes de la ciudad. Parte de su trabajo era llevar a los niños a recorrer esos lugares. Un día, cuando el guía de extraño atavío estaba dibujando, los chicos le preguntaron si era punk. “No –respondió con gravedad, sin duda en su sonoro barítono–. Soy un punk de la naturaleza.”

En estos días Collins anda de gira por Europa. Dice que continuará dibujando en su hogar de las Tierras Altas de Escocia y en fecha reciente la banda The Drums le encargó 12 ilustraciones, inspiradas en los títulos de sus canciones, para un libro de próxima aparición.

“Es una forma de mantener ocupada la mente –concluye–. Me gusta observar a la gente, las aves y otros animales, y disfruto esa sensación de estar detrás de una fuerza creativa.”

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya