El grupo solicitó protección a Marcelo Ebrard ante amenazas de muerte, dice Mancera
Las autoridades capitalinas se hacen cargo de su seguridad, manutención, salud y apoyo sicológico
En sus traslados para realizar gestiones cuentan con escolta, indica el procurador
Martes 8 de marzo de 2011, p. 5
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) dio a conocer que resguarda a por lo menos 12 integrantes de la familia Reyes Salazar –entre los que se encuentran varios menores de edad–, quienes pidieron apoyo al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, en tanto tramitan su ubicación definitiva, que al parecer será por medio de una petición de asilo político fuera del país.
El titular de la dependencia, Miguel Ángel Mancera, informó que el pasado viernes 4 de marzo los integrantes de esta familia, originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, redactaron una carta dirigida a Ebrard Casaubon, mediante la cual solicitaron apoyo y protección durante el tiempo que residan en la ciudad de México para gestionar su posterior reubicación.
El procurador agregó que en el contexto del Programa de Derechos Humanos de la ciudad de México, las autoridades capitalinas actualmente se hacen cargo de la seguridad, manutención, salud y apoyo sicológico a esa familia chihuahuense.
Mancera detalló que la dependencia a su cargo inició una averiguación previa por el delito de amenazas, aunque –dijo– durante la estancia en la ciudad de los Reyes Salazar no se han reportado nuevas advertencias en contra de su vida.
Asimismo, el funcionario dio a conocer que la valoración clínica, efectuada por médicos adscritos al Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes, refiere que los integrantes de la familia Reyes presentan rinofaringitis –probablemente viral–, hipertensión arterial sistémica ligeramente descompensada, diabetes mellitus tipo II, controlada, así como faringoamigdalitis.
Miguel Ángel Mancera indicó que se integró un equipo conformado por seis sicólogos del Sistema de Atención a Víctimas de la PGJDF, cuyo diagnóstico fue que los integrantes de la familia Reyes Salazar se encuentran con diversos grados de estrés y temor, duelo por pérdidas, miedo ante su futuro y por restructuración de su plan de vida. En general, se percibe en ellos agotamiento y cansancio, mismo que expresaron las víctimas de manera verbal.
Asimismo, la procuraduría dispuso de vigilancia en el sitio donde se alojan los chihuahuenses y escolta durante los traslados para la realización de sus gestiones.
El procurador capitalino dijo que, de acuerdo con los antecedentes dados a conocer por la misma familia, seis integrantes de ella han sido asesinados y actualmente los sobrevivientes continúan bajo amenazas contra su vida.
Ellos mismos, explicó Mancera, se identifican como luchadores sociales y activistas de derechos humanos.
Apenas hace unos días, la familia Reyes Salazar se retiró del plantón que mantenía en el exterior de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, para resguardarse tras recibir advertencias de agresión por medio de mensajes de texto a sus teléfonos celulares.
Cabe recordar que la activista Josefina Reyes Salazar, quien denunció abusos laborales en las maquiladoras y denunció los feminicidios en Ciudad Juárez, fue asesinada el 3 de enero de 2010, tras recibir constantes amenazas de muerte después de responsabilizar públicamente a militares del asesinato de su hijo Julio César, en 2009, además de defender las causas ya mencionadas.
En agosto de 2010, el hermano de la activista, Rubén Reyes Salazar, y un nieto fueron también ejecutados en el municipio chihuahuense de Guadalupe Bravo. El pasado 7 de febrero, Elías y Magdalena Reyes Salazar, y Luisa Ornelas fueron secuestrados, por lo que la familia instaló un plantón en Ciudad Juárez para exigir a las autoridades que los tres fueran encontrados con vida.
Finalmente, el 25 de febrero, las autoridades hallaron sus cadáveres en Valle de Juárez, Chihuahua, y tras recibir nuevas amenazas la familia Reyes abandonó definitivamente la entidad y viajó al Distrito Federal, donde ha realizado varias gestiones, incluida una reunión con personal de la embajada de Estados Unidos para solicitar asilo.