Casi 663 mil falsos billetes de la más alta denominación entraron a la circulación monetaria en los últimos cuatro años, antes de ser detectados por las autoridades monetarias, indican informes del Banco de México (BdeM).

En cuatro años de esta administración se detectaron 144 mil 151 piezas falsas de 100 pesos; 267 mil 857 de 200 pesos; 195 mil 487 imitaciones de 500, y 55 mil 293 cachirules en billetes de mil pesos.

Sólo en 2010 fueron detectados 206 mil 700 falsos billetes de 100, 200, 500 y mil pesos, un volumen de piezas hechizas 74 por ciento superior al descubierto en 2007, las cuales fueron elaboradas con altos niveles de calidad y se mantuvieron en circulación en los procesos de compraventa de todo tipo de mercancías antes de llegar al banco central.

Según la información del Banco de México, la falsificación de billetes mantiene una tendencia ascendente en los últimos cuatro años en las denominaciones señaladas, a pesar de la multiplicación de los elementos de seguridad.

El sello de agua es hasta ahora el aspecto más difícil de reproducir en las piezas falsas, y es esta carencia la que permite detectarlas, así como la modificación de la textura del papel utilizado en su impresión.

El valor nominal de los billetes hechizos ascendió a casi 66 millones de pesos en 2010. Pero el monto de los fraudes perpetrados con ellos es mucho mayor, pues depende de las veces en que cada pieza falsa fue utilizada como medio de pago en la compraventa de mercancías y servicios de todo tipo, antes de ser detectada por el banco central.

Los informes del Banco de México indican que el billete más falsificado en los últimos cuatro años es el de 200 pesos. En 2010 se detectaron 87 mil 362 piezas hechizas de esta denominación, cantidad 110 por ciento mayor a la que fue sacada de circulación en 2007, la cual fue de 41 mil 644 falsos billetes de esta denominación.

La tecnología de punta parece haber facilitado la falsificación de billetes, la cual se ha incrementado conforme aumenta la producción legal de piezas, sobre todo, de las más altas denominaciones.

Así, en 2010 circularon casi 650 millones de billetes de 500 pesos, volumen 60 por ciento mayor al que formó parte del medio circulante de 2007. En este periodo, el número de piezas falsificadas tuvo un incremento de 69.6 por ciento, al pasar de casi 36 mil 900 en 2007, a 62 mil 648 en 2010.

Por lo que respecta a los billetes hechizos de mil pesos, su presencia en el medio circulante fue tan notoria que no fueron pocos los establecimientos que durante un tiempo se negaron a recibirlos.

En 2007 se detectaron 9 mil 739 billetes postizos, mientras en 2010 aumentaron a 12 mil 757 piezas. En billetes de baja denominación se redujo drásticamente la falsificación. En 2010 se detectaron 833 piezas falsas de 20 pesos y 23 mil 742 de a 50.