La campeona panamericana entregó un donativo a la Casa Alianza
Viernes 18 de marzo de 2011, p. a15
El altruismo como compromiso social y el tatami como soporte de la disciplina de vida que la ha llevado a conquistar preseas en casi cualquier latitud mundial son las tareas que se ha impuesto la campeona panamericana de judo Vanessa Zambotti, quien ayer acudió a una cita tan importante como una competencia
, al visitar la Casa Alianza para entregar un donativo.
Un nutrido grupo de niños y jovencitas se concentraron en el número 111 de la avenida Reforma, en la colonia Guerrero, donde con aplausos y sonrisas recibieron a la mejor exponente nacional de la disciplina, seguros de que con el uniforme oficial del Toluca –el de visitante del cuadro mexiquense de la primera división del futbol nacional– no ganarán los partidos, pero será un orgullo portarlo
, expuso José Adolfo, uno de los inquilinos del lugar.
Sencilla en el trato y de palabra amable, Zambotti dijo estar comprometida con el país que le ha brindado la oportunidad de brillar en el judo mundial, que le ha dado el apoyo para estar entre las 10 mejores del orbe, por lo que lo menos que puede hacer desde la cima del éxito es regresar un poco de todo lo que me ha brindado, a quienes más lo necesitan
.
Con rostro de niña buena y ligeros movimientos de sus extremidades superiores, otrora armas letales en los combates, la judoca se dejó rodear por las niñas y jóvenes, quienes aseguraron que es su heroína y un ejemplo, no para hacerse judocas, sí para luchar por su ideales en la vida.
Fue un logro de las redes sociales. Suficientes resultaron un par de semanas, desde que lanzó la convocatoria en su Facebook, para recibir apoyo de un donante, ya que su patrocinador de arreos deportivos, Under Armour, mediante su vicepresidente en México, Micky Ríos, acogió la iniciativa y ofreció, previo acuerdo con los toluqueños, el donativo de los uniformes de los Diablos Rojos.
Vanessa, a quien a veces le cuesta mostrar una sonrisa, estuvo alegre todo el tiempo. Repartió saludos, besos, autógrafos y compartió su buen estado de ánimo con los directivos de la casona y con su entrenador de actividades acuáticas en el deportivo Joaquín Capilla, el profesor Martín García, autor intelectual del plan.
Fue una tarde redonda. La ganadora del bronce hace apenas unos días en el campeonato mundial de la especialidad estuvo acompañada de los administradores de la Fundación Casa Alianza México –que brinda apoyo a cerca de 132 menores de entre 12 y 18 años–, de Micky Ríos, de su entrenador García y de unos 50 jóvenes, de los cuales los beneficiarios directos, los del equipo de futbol, se dejaron tomar la clásica fotografía del recuerdo con el uniforme de los choriceros.
A la becaria de CIMA (Compromiso Integral de México con sus Atletas), a quien le agradaría formar un grupo de deportistas en activo o retirados para ayudar a otras instituciones altruistas, quiere ser entrenadora de los niños en situación vulnerable.