Se duplicaron sistemas de apoyo, según muestra una evaluación
Miércoles 27 de julio de 2011, p. 42
Oportunidades, el principal programa de la política social del gobierno federal, no fue diseñado para atender a los grupos de población cuyos ingresos reales caen súbitamente, por razones de precios o de pérdida de fuentes de ingreso, por lo que los hogares que pasaron a la pobreza entre 2007 y 2009 no contaron con estos apoyos.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) recomendó diseñar instrumentos de política para proteger de estos riesgos a la población.
Indica que durante los años recientes este programa ha aumentado de forma significativa tipos y montos de los apoyos, así como su cobertura, sin un diagnóstico que sustente estos cambios; adicionalmente, otros programas alimentarios y de transferencia de ingresos también se han creado y expandido en el mismo periodo
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Según la evaluación 2010-2011 del programa, divulgada por el Coneval, Oportunidades atendió en ese periodo a 5.8 millones de hogares, 11.7 por ciento más que en 2009, y también operó el Programa Alimentario (Pal), por lo que coexisten ambos en las mismas localidades.
Entre sus recomendaciones menciona que se debe dejar el Pal sólo en localidades rurales marginadas sin acceso a servicios y establecer una estrategia intergubernamental para mejorar la cobertura y calidad de los servicios de salud y educación.
La evaluación destaca que hay variaciones en cuanto a calidad y deficiencias de los servicios de salud y educación, considerados fundamentales para alcanzar los objetivos del programa.
Refiere que los resultados de aprendizaje de los becarios de Oportunidades, medidos con la prueba Enlace, son menores a los de los no beneficiarios. Los resultados son más bajos para primarias indígenas, escuelas multigrado y cursos comunitarios de Consejo Nacional de Fomento Educativo. Sin embargo, 20 por ciento de los becarios se ubica en los tres deciles de mejores puntajes obtenidos en la prueba.
Además, 30 por ciento de los beneficiarios que concluye la primaria no tiene las competencias básicas de lenguaje para continuar sus estudios; el porcentaje se eleva a 56.6 por ciento para becarios de escuelas indígenas. Resalta que 54.9 por ciento de los becarios no tienen los aprendizajes mínimos en lenguaje y comprensión de lectura al concluir la telesecundaria. Estos alumnos aun cuando tienen mayor escolarización no han adquirido las capacidades que corresponden al nivel de estudios
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En cuanto a servicios de salud, refiere que la infraestructura y equipamiento de las unidades médicas en zonas rurales que atienden a los beneficiarios es pobre y heterogénea, así como su abasto de medicamentos
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El Coneval indica que los jóvenes que estudian más enfrentan problemas inéditos para sus familias al migrar para seguir estudiando o trabajar en ocupaciones que son desconocidas en sus comunidades. No hay una política pública que los apoye en esa transición, por lo que conviene elaborar un diagnóstico que estudie esa posibilidad.
Sugiere que se realice un diagnóstico que sustente y evalúe este programa a 15 años de su diseño, dado el nuevo escenario institucional y la dinámica de los riesgos de la población en pobreza extrema
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