Los presidentes de México y Guatemala, Felipe Calderón y Álvaro Colom, acordaron ayer extender la cooperación bilateral para mejorar la seguridad fronteriza y la lucha anticrimen, en una visita en la que el mandatario centroamericano deploró lo desigual de esta batalla y cuánto nos está costando.

Con matanzas y secuestros de migrantes que cruzan México para llegar a Estados Unidos como telón de fondo, anunciaron en un comunicado conjunto que intercambiarán información de casos emblemáticos y preparan un acuerdo para hacer investigaciones espejo en la trata, tráfico y secuestro de indocumentados.

Al recibir a su homólogo guatemalteco, Calderón consideró que la frontera debe ser lugar de progreso y no donde prevalezca la violencia, la inseguridad o la falta de vigencia de la ley.

En sus discursos ninguno hizo referencia a los graves asesinatos de migrantes. Fue en el comunicado conjunto en el cual lamentaron los sucesos de San Fernando, Tamaulipas (el hallazgo de 193 cadáveres en fosas clandestinas), y México reiteró su apoyo a Guatemala para continuar con la identificación de los restos humanos localizados.

Desde la ceremonia de bienvenida y en todas sus intervenciones, el mandatario guatemalteco había pugnado porque haya unidad entre México, su país y los demás de Centroamérica para que la lucha no sea tan desigual.

La lucha la estamos dando y nos está costando. A mí no me quieren estos señores, porque les hemos dado duro, explicó durante su visita de Estado, y como muestra refirió que los dos gobiernos anteriores incautaron mil 100 millones de dólares en drogas, y en el suyo, 13 mil millones de dólares.

Prometió que en este objetivo no habrá forma de echar para atrás, y aquí lo que convenga a México en seguridad y justicia le conviene a Guatemala, y lo que le conviene a Guatemala en seguridad y justicia le conviene a México.

Después de atestiguar la suscripción de acuerdos de cooperación en materia de transporte y de deporte en Los Pinos, Calderón informó que refrendaron la voluntad de seguir trabajando para proteger de manera efectiva los derechos humanos de los migrantes, en especial, los de los guatemaltecos.

Para ello informaron que negocian el Acuerdo sobre intercambio de información y experiencias para el combate a la delincuencia organizada y trasnacionales, que incluye las mencionadas investigaciones espejo, y destacaron que por lo pronto existe un mecanismo de cooperación entre la Policía Federal y las autoridades guatemaltecas.

De hecho, el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, comentó que se analizó con Colom un plan conjunto para mejorar la infraestructura fronteriza. Al encuentro privado asistió también el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome; el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, y el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Alfredo Gutiérrez.

De acuerdo con fuentes consultadas, esta cita tuvo como fin atender aspectos de seguridad fronteriza y avanzar en la construcción de más puntos de inspección, puentes y caminos.

Lo anterior, añadieron, en el contexto del reconocimiento de las autoridades de ambas naciones de que hay una frontera común muy porosa, con más de mil kilómetros de longitud.

La migración centroamericana de tránsito irregular por México mostró una tendencia creciente desde 1995 a 2005. Sin embargo, a partir de 2006 se presenta una baja de 70 por ciento.

Más tarde, en un banquete ofrecido por Calderón en el Castillo de Chapultepec, intercambiaron condecoraciones. Colom recibió la orden del Águila Azteca en grado de gran collar, y Calderón la orden del Quetzal.

El guatemalteco agradeció que se prorrogue el contrato de interconexión eléctrica con México y relató que recibió de obsequio cuatro libros sobre la historia de México que podrá leer a partir de enero, cuando termine su mandato, y declaró un privilegio ser vecino de este país.

De hecho, comentó que la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet le dijo: qué diera yo por estar al lado de México, con esa fronterota, posibilidades y oportunidades.

La comida reunió a los tradicionales invitados del gabinete, así como al empresario Carlos Slim y a tres líderes priístas en el Congreso: Manlio Fabio Beltrones, Jorge Carlos Ramírez Marín y Beatriz Paredes.

La ex dirigente nacional del tricolor se pronunció porque se emita el reglamento de la nueva ley migratoria a la brevedad para restructurar y erradicar la corrupción de autoridades del sector. También explicó que aún no define si contenderá por la jefatura del Gobierno del Distrito Federal, porque dijo no confiar solamente en las encuestas, pues las considera fotografías de un momento.