También orquestó el estallido de un coche bomba en Juárez
Martes 2 de agosto de 2011, p. 5
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal difundió anoche un interrogatorio grabado en video que elementos de la Policía Federal (PF) realizaron a José Antonio Acosta Hernández, El Diego, líder de la organización delictiva La Línea, brazo armado del cártel de Juárez, quien allí admitió haber ordenado la masacre de jóvenes juarenses de la colonia Villas de Salvárcar.
Acosta Hernández, quien fue capturado el 29 de julio pasado, indicó que dio la orden de ejecutar a los adolescentes, debido a que en la fiesta había integrantes de la pandilla Artistas Asesinos o Doble A, que están al servicio del cártel de Sinaloa.
El detenido respondió a una interrogante que le hizo una voz en off: “de Villas de Salvárcar; ahí me informaron que había ahí unos ‘doblados’ pertenecientes al cártel de Sinaloa. Entonces yo mando a los muchachos, y pues ya cuando están ahí me dicen que ya los tienen ubicados, y pues se da la orden para que trabajen”, declaró.
Durante la matanza de jóvenes, efectuada el 30 de enero de 2010, murieron 15 adolescentes y ninguno de ellos fue identificado oficialmente por las autoridades como perteneciente a alguna organización delictiva.
En la entrevista se pregunta a El Diego si estaba seguro que en la fiesta había miembros de la organización rival y el presunto criminal responde que sí, pero también reconoce que había inocentes, de cuyas muertes se dijo arrepentido.
Algunos sí eran gente del grupo rival, porque muchas veces los reclutaban así, que fueran estudiantes y muy jóvenes para evitar las detenciones en la calle
, destacó.
En otro hecho atribuido a su autoría, el detenido declaró que los asesinatos en los centros de rehabilitación también fueron ordenados por él, debido a que tenía información de que esos lugares estaban siendo utilizados como casas de seguridad por integrantes del cártel de Sinaloa.
Sobre el coche bomba
que estalló el 15 de julio de 2010 y que mató a tres personas, Acosta Hernández confirmó que fue una represalia en contra de la Policía Federal por la captura de Jesús Armando Acosta Guerrero, El 35, quien fue identificado en su momento como tercero en el organigrama del cártel de Juárez.