Los jóvenes tienen que demostrar que pueden. De eso están conscientes los canteranos de Pumas que disputarán la Liga de Campeones de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf), porque de ahí surgieron jugadores que hoy son titulares en el primer equipo, como David Cabrera y Javier Cortés.

Cuando se es tan joven, casi siempre hay que luchar contra el escepticismo, como recordó Érick Vera, uno de los jóvenes que integrarán el cuadro que el miércoles enfrenta al Dallas FC en Ciudad Universitaria, cuando hace dos torneos de liga había muchas dudas sobre el cuadro del que se haría cargo el técnico Guillermo Vázquez: sin contrataciones y reforzado por los jugadores juveniles.

Lo dijeron hace dos campañas, pero yo creo que los chavos tenemos calidad para competir contra cualquiera del primer equipo, afirmó el volante.

La Concachampions sirve a Pumas como un torneo para observar y foguear a sus promesas. Los juveniles acuden sobre todo para sumar minutos de juego, ganar confianza sobre la cancha, pero también porque una buena competencia puede servir para llamar la atención del técnico Memo Vázquez y conseguir un puesto en el máximo circuito, como otros compañeros en pasadas ediciones.

Nosotros ya venimos entrenando con el primer equipo y eso nos foguea mucho; entonces, ya estamos preparados para cualquier situación que venga, aseguró Vera, un jugador con cara de niño, pero con metas precisas en el deporte profesional, porque para ellos la Concachampions no es un simple simulador para futuros titulares.

Los objetivos están claros desde el principio: hacer el mejor torneo posible, pero nosotros queremos salir campeones, agregó.

Aunque la directiva ha insistido sobre la importancia del torneo, que brinda la posibilidad de clasificar al Mundial de Clubes, para los juveniles este juego es serio. Todo lo que está implícito se los recuerda.

Es una motivación ver a chavos como Javier (Cortés), como (David) Cabrera, que antes eran parte de nosotros; ahora son hombres de jerarquía en el primer equipo, puso el ejemplo más fresco que entusiasma en la cantera. Hay que seguir sus pasos para estar ahí, apuntó Vera, quien apenas debutó en primera división el 30 de enero de 2011 y suma 48 minutos sobre la cancha.

Carlos Campos es otro de los juveniles que tendrán una oportunidad ante el Dallas, un club del que apenas saben algo, pero eso no los intimida, porque en su condición de novatos lo más importante es la confianza.

Sólo lleva 58 minutos de experiencia en el máximo circuito; el domingo reciente jugó un minuto más en su incipiente carrera en el empate contra Santos, pero el ánimo de seguir sumando tiempo se mantiene firme y la Concachampions es una oportunidad invaluable para él.

Es un trampolín, porque los minutos que nos dan son para demostrar que podemos competir, dijo Campos, de 19 años.

Somos aptos y estamos capacitados para jugar este torneo y también el de liga; esta es la oportunidad perfecta para poder mostrarnos. Nos toca hacerlo de igual o mejor manera.

La fase de grupos de la Liga de Campeones de la Concacaf empieza este martes, con el duelo entre Santos Laguna y el hondureño Real España; más tarde, Monarcas Morelia chocará ante el costarricense Liga Deportiva Alajuelense.