Se presume que Rocío González hizo un retiro de un millón de pesos, asegura el funcionario
Los cuerpos no tienen signos de tortura, dice; participaron más de dos personas, señala
Sábado 3 de septiembre de 2011, p. 30
La principal línea de investigación que sigue la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en torno al homicidio de las periodistas Ana María Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga es el robo, ya que se presume que la segunda hizo un retiro de un millón de pesos de la casa de cambio de la cual era propietaria o socia, señaló el titular de la dependencia, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien afirmó que en los cuerpos de las mujeres no se encontraron huellas de tortura.
Sin embargo, el funcionario reconoció que aún no se ha confirmado que González Trápaga haya realizado la citada operación financiera, por lo que se investiga el funcionamiento de la casa de cambio, denominada Eurodólar, ubicada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Cuestionado sobre las críticas en torno a sus declaraciones de que las víctimas no habían sido torturadas, Mancera Espinosa argumentó que la tortura se tiene que inferir en vida
, y consideró como el mecanismo de la muerte
, el que hayan sido encontradas desnudas, atadas de pies y manos y con dos impactos de bala.
Aunque aseguró que se agotarán todas las líneas de investigación, el titular de la PGJDF dijo que el tema que nos preocupa es la casa de cambio
, y se citó a declarar a los empleados y representantes legales, además de que se pidió a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informes sobre las operaciones del establecimiento.
Mancera Espinosa señaló que la necropsia confirmó que las víctimas murieron asfixiadas por estrangulamiento, y que en el homicidio participaron más de dos personas, incluso no descartó que sean conocidos de las comunicadoras, pues los cuerpos y el automóvil en el que viajaban –el cual fue encontrado ayer– fueron hallados en la delegación Iztapalapa, demarcación en la que ambas tenían su residencia.
Además, podría darse el caso de que Yarce Viveros fuera una víctima indirecta, pues el objetivo de los agresores era González Trápaga, ex reportera de Televisa, quien ejercía el periodismo de manera independiente, dijo.