Madrid, 2 de septiembre. Los diputados españoles aprobaron este viernes por aplastante mayoría incluir en la Constitución una regla que limite el déficit público, en un intento por aplacar los mercados, pero que hace temer a la opinión pública recortes de los logros sociales en estos tiempos de crisis. La medida provocó nuevas marchas de protesta ciudadana.

La reforma constitucional, aprobada por 316 votos en favor y cinco en contra –varios partidos nacionalistas se abstuvieron de votar–, implica la inscripción en la Carta Magna de un principio estructural de estabilidad presupuestaria que limite el endeudamiento del país. La próxima semana será transferida al Senado para su aceptación definitiva.

El proyecto de reforma, consensuado por los dos partidos mayoritarios, el PSOE (izquierda, en el gobierno) y el PP (derecha, oposición), suscitó duras críticas de las pequeñas formaciones, tanto por su contenido como por haberse tramitado con procedimiento de urgencia.

Rosa Díez, portavoz de la centrista Unión Progreso y Democracia, llegó a acusar a PSOE y PP de haber expropiado la Constitución.

Todas las enmiendas presentadas fueron rechazadas y las que pedían un referendo ni siquiera fueron admitidas a debate.

Para su aprobación definitiva, la reforma necesitará la próxima semana el voto de tres quintos de los senadores, que los dos grandes partidos alcanzarán previsiblemente sin dificultad.

Esta modificación de la Constitución estará acompañada de una ley orgánica –adoptada de aquí a junio de 2012– que fijará la cifra máxima permitida de endeudamiento. Según el proyecto actual sería de 0.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) a partir de 2020.

La limitación del déficit no es ideológica ni responde a un planteamiento de derecha. El endeudamiento excesivo no es de derechas ni de izquierdas, es sencillamente irresponsable, defendió el portavoz del gobierno español, José Blanco.

Esta reforma es lo que dictan los mercados, lo que dicta el Banco Central Europeo, lo que dicta Alemania, lamentaba Santiago, uno de los manifestantes, de 43 años y trabajador eventual del ayuntamiento de Madrid.

Con la excusa del déficit, lo primero que se va a pagar es la deuda, y como no va a haber dinero para todo, se va a recortar en lo social y lo público, que es lo que puede generar empleo y mover la economía, agregó.

El número de desempleados en España subió 1.25 por ciento en agosto, con lo que se colocó en 4.13 millones, tras cuatro meses de caída. El desempleo afecta a 20.89 por ciento de la población económicamente activa y es de 46.1 por ciento entre los menores de 25 años.

Con esta reforma, España se convierte en el primer país que responde al llamamiento lanzado en agosto por Alemania y Francia para que todos los países de la Eurozona adopten una regla de oro de estabilidad presupuestaria.

España intenta reducir su déficit público a 6 por ciento del PIB a finales de este año, respecto de 9.2 por ciento de 2010, y se fija el objetivo de alcanzar en 2013 el 3 por ciento impuesto en la Unión Europea.