Moscú, 3 de septiembre. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, declaró hoy que Moscú se opone a las sanciones unilaterales contra Siria, como las que comenzó aplicar la Unión Europea (UE), en las que impuso un embargo a los suministros de petróleo sirio.

La parte rusa siempre ha insistido en que las sanciones unilaterales son contraproducentes y tienen efectos negativos en la gestión de cualquier crisis, dijo Lavrov en Dushambe, capital de Tadjikistán, sede de la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes.

Al comentar el embargo que decretó la UE a las importaciones de petróleo desde Siria, el canciller explicó que Rusia se opone a cualquier sanción unilateral porque muy raras veces surten efecto.

Rusia mantiene desde hace años una relación de amistad y de cooperación militar con Siria, además de la compra de petróleo.

La UE prohibió las compras de petróleo sirio y advirtió de que tomará más medidas a menos que el gobierno del presidente Bashar Assad finalice la represión a los disidentes, que dura cinco meses.

Si Assad no se detiene y no hay cambio de régimen, aumentaremos la presión, dijo el ministro del Exterior francés Alain Juppé, durante una cumbre de ministros en el balneario polaco de Sopot.

Aconsejamos a Assad que implemente reformas, pero no las ha habido, por lo que debemos acelerar el cambio de régimen. Esto significa sanciones más duras, más trabajo en Naciones Unidas y una condena más clara al régimen y la colaboración con la oposición, sostuvo el funcionario francés.

El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, señaló que el embargo de crudo es ya una medida significativa, pues se corta la principal fuente de ingresos de Siria, pero es difícil de predecir la rapidez con la que surtirá efecto.

La prohibición en la UE de comprar crudo a Siria entró en vigor al ser publicada en el Diario Oficial de la Comunidad Europea, pero el embargo solamente se aplica para los contratos futuros. Las compras de petróleo sirio acordadas con anterioridad podrán efectuarse hasta el 15 de noviembre.

Asimismo, el acuerdo de cooperación entre Siria y la UE quedó temporalmente congelado. En éste se incluyen normas sobre las exportaciones petroleras sirias.

Además, se prohibió la entrada a la UE de cuatro altos funcionarios económicos sirios y tres empresas, entre ellas un banco, y pasaron a formar parte de una lista de compañías con las que los 27 países miembros no pueden negociar.

Estamos cada vez más preocupados con lo que ocurre en Siria, manifestó la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien señaló que mantendremos la presión económica sobre Siria para llegar a una solución política.

En conversaciones informales, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppe, y su par británico, William Hague, dijeron que pueden ser necesarias más sanciones, pero no dijeron cuales.

Por su parte, Estados Unidos saludó el embargo petrolero como una fuerte señal al régimen.

Mientras, al menos 27 personas murieron en las últimas 24 horas al continuar la represión contra opositores a Assad, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos que tiene su sede en Londres.

Los opositores sostienen que sus manifestaciones son pacíficas desde que empezó el movimiento de protesta, el 15 de marzo, pero el gobierno atribuye la violencia a grupos terroristas armados.