La situación de violencia por la que atraviesa el país obligará al Instituto Federal Electoral (IFE) a modificar protocolos de seguridad para garantizar que las elecciones se realicen con normalidad.

En principio, existen tres ámbitos en los que se pretende reforzar sustancialmente: la seguridad de los electores, de los candidatos y del personal del organismo, sostuvo el consejero electoral Francisco Guerrero, quien destacó que el IFE no puede ya organizar elecciones con el supuesto de que afuera no ha cambiado nada.

Este lunes, el IFE iniciará reuniones regionales en Monterrey, Nuevo León, con las estructuras locales y distritales del noreste del país, donde abordará el tema de la seguridad en los comicios de 2012.

Guerrero manifestó que las condiciones se han agravado en el país desde 2009 y ello obliga a reflexionar con los partidos las modificaciones en este ámbito.

El país nunca ha vivido una ola de violencia como la que estamos viendo. No podemos seguir con el mismo paradigma del pasado y creo que hay reconsiderar la estrategia de enlace con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), las autoridades estatales y municipales, responsables de brindar garantías, porque es claro que el IFE no puede hacerse cargo también de la seguridad de la elección, dijo.

De las elecciones de 2009 a la fecha ya ha sido ejecutado el candidato priísta a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, además de otros hechos violentos ocurrido con aspirantes locales, de ahí la necesidad de ofrecer mayores garantías a los candidatos que participarán en las elecciones federales (presidencia, senadores y diputados federales), así como en las elecciones concurrentes que se celebrarán, sostuvo el consejero.

En días pasados, personal de empresas encuestadoras fue secuestrado cuando realizaba un sondeo en Michoacán, lo que también, agregó el consejero, debe motivar a modificar la seguridad del personal de quienes organizan la elección, tanto en los consejos estatales, distritales, como aquellos que se desempeñaran como capacitadores electorales y los propios funcionarios de casilla.

La prioridad debe ser que la elección se realice en paz y no se redite el año de 1994, cuando ocurrió la muerte de un candidato presidencial. En la actualidad son otras condiciones que requieren especial atención, en particular en aquellas entidades donde la violencia ha repuntado, lo que obligará a crear protocolos de seguridad diferentes a los que tradicionalmente ha utilizado el IFE en comicios anteriores.

Indicó que las definiciones las adoptará el instituto a partir de la instalación de comisiones unidas de organización y capacitación, cuando se concrete la discusión con los partidos políticos sobre los alcances de las nuevas medidas de seguridad, a efecto de posteriormente plantearlas a las autoridades competentes, federales, estatales y municipales.

Guerrero dijo que en el caso de la prevención para evitar el ingreso de dinero del crimen organizado en las campañas, esto corresponderá a un esquema más estricto de vigilancia de la unidad de fiscalización. Apuntó que desde 2009 se instrumentaron algunas acciones más severas para evitar el ingreso de dinero sucio.