El portavoz de la Oficina de Política Nacional para el Control de las Drogas de Estados Unidos, Rafael Lemaitre, consideró que las declaraciones del titular de esa agencia, Gil Kerlikowske, se interpretaron erróneamente como una crítica al uso de las fuerzas militares en contra del crimen organizado, al ratificar el apoyo de su gobierno a la política calderonista en materia de seguridad.

Entendemos que el despliegue de las fuerzas militares en misiones contra el crimen organizado es una medida temporal y de transición, y apoyamos plenamente la decisión del presidente Felipe Calderón de llevar a cabo tal despliegue, al igual que sus esfuerzos para desarrollar la capacidad de las fuerzas de procuración de justicia civiles para que hagan frente a las organizaciones del crimen organizado, subrayó en un comunicado de la embajada de Estados Unidos en México.

Señaló que en sus declaraciones a la agencia de noticias Efe, el zar antidrogas dijo estar de acuerdo con la política del gobierno mexicano tal como fue enunciada por el jefe del Ejecutivo en su quinto Informe de gobierno.

Refirió que al hablar sobre la manera de hacer frente al crimen y la violencia, el mandatario dijo que hay varios pasos lógicos que deben darse: primero, parar a las organizaciones criminales y quitarles la noción de que controlan espacios públicos o ciudades. Segundo, fortalecer las instituciones de justicia de manera que estén en posición de arrestar a los criminales y asegurar que se hace justicia.

El vocero de la Oficina de Política Nacional para el Control de las Drogas resaltó que México está haciendo precisamente eso y está procediendo acertadamente a medida que pone en vigor su estrategia para proteger a sus ciudadanos y fortalecer las fuerzas policiacas a través de la capacitación, el acceso a información e inteligencia, a comunicaciones y a herramientas y técnicas modernas de procuración de justicia.

En sus declaraciones a la agencia española Efe, Gil Kerlikowske estimó que para mejorar los avances de la Iniciativa Mérida, comparte la intención de que el gobierno mexicano lleve a cabo una desmilitarización de la lucha antinarcóticos.

La aplicación de la ley y la vigilancia necesitan realizarse con la policía, no con los militares. La policía necesita ser profesional y fiable, y tener la confianza de los ciudadanos, recomendó el zar antidrogas.