Llega la Caravana por la Paz al Zócalo de la ciudad de México
Martes 20 de septiembre de 2011, p. 7
Después de 3 mil kilómetros recorridos por el sureste del país, la Caravana por la Paz arribó al Zócalo de la ciudad de México, donde el poeta Javier Sicilia sostuvo que la herida abierta en Ciudad Juárez a causa de la fallida estrategia de guerra del presidente Felipe Calderón se ha ido extendiendo como gangrena hacia el sur del país, para juntarse con los dolores ancestrales que viven los pueblos indios y las comunidades del sur; asimismo, Guerrero y Veracruz se han convertido en réplicas de Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas
.
Desde un pequeño templete colocado a espaldas de Palacio Nacional, Sicilia sostuvo que en su doloroso recorrido por siete estados del sur y sureste del país, así como el de junio pasado por el norte, se mostró la emergencia nacional que nuestra clase política, encerrada en los búnkers de sus oficinas y el bienestar de sus sueldos, no quiere mirar, sino la inmensa reserva moral
que la patria tiene en sus ciudadanos.
En su balance sobre las 11 jornadas que duró el trayecto, Sicilia hizo referencia a su encuentro con los zapatistas en los Altos de Chiapas, al subrayar que esas comunidades son las zonas más seguras que hay actualmente en el país.
Enumeró los rezagos ancestrales en el sureste, donde el modelo económico inmoral que actualmente impera ha arrasado tierras, despojado culturas, memorias, provocando desplazamientos y generando fuerzas paramilitares y asesinatos terribles como los de Acteal, Chiapas, o Aguas Blancas, Guerrero
.
Al anochecer, con la bandera nacional a media asta por el 26 aniversario de los sismos de 1985 –fecha emblemática para la movilización ciudadana–, Sicilia aseguró que hay una emergencia nacional que este movimiento ha permitido visibilizar con los dolores que la guerra ha provocado a las víctimas, las injusticias estructurales del sistema, así como la corrupción e impunidad por parte del Estado.
Por ello, pidió que las demandas del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, resumidas en el Pacto Nacional Ciudadano, sean tomadas en serio
y que permitan a partir de ello rehacer el tejido social, cuya destrucción nos tiene en la miseria, el horror y la postración; es decir, en la pérdida del suelo de la patria, cuyo dolor no cesa
.
Con la fatiga de los 11 días de recorrido reflejada en la voz, el escritor señaló que frente a este panorama habría que preguntar a los criminales: ¿Qué felicidad pretenden construir para ustedes si sus cimientos se basan en la muerte, el sufrimiento y la tortura de sus semejantes? Y a nuestros políticos, tan ciegos, tan corruptos y omisos: ¿cómo van a cuidar esta casa que se nos derruye si sus cimientos se edificaron sobre la indiferencia, el desprecio y también el despojo de sus ciudadanos?
Frente a unas 5 mil personas que se dieron cita en el Zócalo capitalino, el poeta asumió que su movimiento no tiene poder, pues en realidad está conformado por los más pobres de los pobres, las víctimas, las bajas colaterales, las viudas, los huérfanos, los que no tienen nombre porque han perdido a sus hijos, pero que constituyen la reserva moral de este país, que reclama una paz con justicia y dignidad.
Antes, al paso de la caravana por Puebla se recogieron nuevos testimonios de violencia e impunidad, así como otra condena a la militarización calderonista.
Durante su intervención en esa entidad, Javier Sicilia insistió en condenar la estrategia contra el crimen organizado; ante algunos gritos que señalaban directamente a Felipe Calderón, dijo: Ojalá el problema fuera sólo Calderón; el problema es estructural de toda una clase política
.
Sostuvo que la obsesión por imponer el orden mediante la militarización está conduciendo precisamente a lo contrario, al caos
. Luego se refirió a las críticas de que en esta caravana se haya priorizado a las organizaciones sobre las víctimas; ante ello lamentó que el discurso de las primeras se haya anquilosado y que los graves problemas estructurales sean presentados con consignas altamente ideologizadas que con frecuencia impiden presentar realmente los problemas.
Exigen en Veracruz liberar a tuiteros
La víspera, durante un acto en Jalapa, Veracruz, Sicilia demandó la liberación de los dos tuiteros detenidos, a quienes –dijo– se ha inculpado de forma desproporcionada, mientras campea el crimen organizado. No se puede amenazar de tal forma las libertades en este país
, asentó.
Condenó la pretensión del gobernador Javier Duarte de aprobar una ley de perturbación del orden público, que busca obtener un control autoritario, pues se trata de un eufemismo como el utilizado en 1968 para aplicarlo a los estudiantes
.
Consideró que se trata de una ley absurda
que implica el riesgo de conformar un Estado autoritario que va a hundir la escasa democracia que tenemos
.
En conferencia de prensa, Sicilia denunció el hostigamiento
de algunas autoridades al paso de los vehículos de la caravana. Dijo que incluso policías desenfundaron una pistola frente a uno de los camiones, y a su camioneta se le obligó a pasar por un retén militar.
Por otra parte, el escritor admitió que su movimiento ha perdido intensidad, pues no es de masas, y solicitó a la sociedad acompañarlo para consolidar la fuerza moral que se tiene.