Reacción de grupos religiosos y la Arquidiócesis
El ministro de la muerte
Lunes 26 de septiembre de 2011, p. 7
Agrupaciones católicas y el cardenal Norberto Rivera calificaron de genocidio
la propuesta de dictamen del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Fernando Franco de despenalizar el aborto en San Luis Potosí y Baja California. Asimismo, llamaron a los integrantes del máximo tribunal a proteger la vida ante el clima de violencia que azota al país
.
En una concentración en el Monumento a la Madre y en un comunicado que se leyó antes de concluir la misa dominical en la Catedral Metropolitana, los grupos de laicos y ministros de diversas iglesias sostuvieron que darán una batalla
para evitar la destrucción y muerte de seres humanos
.
Vestidos de blanco, con pancartas y mantas en las que destacaron que defenderán la vida desde la concepción
y en las que señalaron a Franco como ministro de la muerte
, cerca de 500 personas llegaron al Monumento a la Madre para advertir que no darán ni un paso atrás para evitar que se favorezca el aborto
.
Representantes de la Iglesia de la Restauración Cristiana, de Iglesias Cristianas de México y de Vida y Familia, entre otras, afirmaron que el aborto es una manifestación de la violencia
y exigieron a los ministros de la SCJN que promuevan leyes que protejan al ser humano desde la concepción hasta su muerte natural
, y respeten el derecho de los gobiernos de los estados a legislar.
Por otro lado, en la Catedral Metropolitana, Guillermo Bustamante, coordinador de Unión de Voluntades, aseguró que los integrantes de las 140 agrupaciones que conforman esta organización están indignados por el intento criminal
de legalizar el aborto. En su mente, el ministro cree que el derecho a matar a un ser humano concebido deriva del derecho de la mujer a la no maternidad; según esta lógica, la vida de la mujer es superior a la del bebé simplemente porque éste no se puede defender
, dijo.
Antes, el cardenal Norberto Rivera asentó que el aborto no es una solución y que la supresión de la vida de seres humanos, aunque sea desde su periodo inicial, fomenta mayor violencia. Aseguró que en un encuentro en Monterrey, ministros de las iglesias anglicanas, ortodoxas, evangélicas, pentecostales y otras manifestaron su oposición a que se manipulen los embriones, pues son seres humanos que están empezando la vida.