Acapulco, Gro., 30 de septiembre. Un día después de que un sector del magisterio de Guerrero acordó con autoridades federales y estatales reanudar clases en las escuelas públicas del nivel básico, tras un paro de 37 días en demanda de condiciones de seguridad –mismo que fue rechazado por 40 de los 103 secretarios generales de delegaciones educativas–, un grupo de docentes aseguró que no existen garantías para retornar a las aulas.

Los profesores, en su mayoría de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), negaron que las bases vayan a volver a las aulas el próximo lunes y convocaron a otra marcha para el 5 de octubre, con el objetivo de expresar su malestar porque la inseguridad y la violencia no han disminuido en el puerto, así como las amenazas contra docentes.

Este viernes circularon nuevas versiones sobre la supuesta aparición de una manta en una secundaria de la colonia Zapata, en la que presuntos delincuentes amenazan con levantar a niños y maestros si estos últimos no pagan derecho de piso.

En conferencia de prensa, representantes de 40 delegaciones de la Secretaría de Educación del Estado (SEE) en Acapulco, en su mayoría miembros de la Ceteg, aseguraron que son 350 escuelas, principalmente de la periferia, en las que no se reanudarán clases el lunes.

Felipe de la Cruz Sandoval, uno de los representantes de la Ceteg, denunció que en la reunión del jueves por la tarde entre profesores y el gobernador Ángel Aguirre Rivero, ya estaba cocinado el acuerdo del regreso a clases sin el consentimiento de las bases; firmaron el documento a título personal.

Manifestó que el pacto no incluye dos puntos que trabajadores de base consideran clave para signarlo: que el mandatario se haga responsable si un mentor sufre algún atentado violento, y que si la administración estatal no cumple las estrategias de vigilancia y protección planteadas una vez que se reiniciaran las labores, los docentes suspenderían nuevamente las clases.

En Chilpancingo, la titular de la SEE, Silvia Romero Suárez, comentó: El lunes nos vamos a reunir en Acapulco para dar solución al conflicto; por lo pronto, el gobernador Ángel Aguirre, anunció que llegarán 50 nuevos policías federales para incrementar la vigilancia en las zonas donde hay mayor extorsión y secuestro.

En principio, 90 por ciento de las escuelas de Acapulco que están en paro regresarán a clases, anunció. Recalcó que no se contemplan sanciones de tipo administrativo o judicial contra los maestros.

Mientras, en la ciudad de México, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron que no sólo en Guerrero se enfrentan condiciones de inseguridad y violencia para el magisterio.

En casi todo el país, miles de profesores han sido amenazados, extorsionados o pagan derecho de piso para no ser secuestrados, e incluso asesinados, afirmó Pedro Ramírez Vázquez, líder del magisterio disidente en el valle de México.

Destacó que en el estado de México se han reportado casos en que los docentes sufren amenazas de las bandas del crimen organizado por negarse a pagar extorsiones, ante la indiferencia de la dirigencia sindical elbista.

Jorge Cázares, secretario general disidente de la sección 18 de Michoacán, afirmó que en al menos 20 municipios de esa entidad los maestros laboran bajo amenaza del crimen.