Burócratas se oponen al desempleo parcial, despidos y miseria
Jueves 6 de octubre de 2011, p. 30
Atenas, 5 de octubre. Grecia quedó paralizada este miércoles cuando miles de funcionarios se declararon en paro general de 24 horas, en protesta contra las medidas de austeridad del gobierno, en momentos en que se cierne el espectro de la suspensión de pagos sobre el país sumamente endeudado.
Decenas de miles de personas salieron este miércoles a las calles de Atenas y Tesalónica, en un tenso ambiente en el que fueron detenidas unas diez personas, luego de enfrentamientos con la policía.
Trabajadores de gobiernos locales, oficinas de impuestos y hospitales estatales, así como controladores del tráfico aéreo, abogados y maestros participaron en la huelga. Las escuelas y los museos permanecieron cerrados, mientras los hospitales funcionaban al mínimo nivel por la huelga, que afectó también el funcionamiento de algunos trenes y de los tribunales.
Los transportes públicos urbanos funcionaron en Atenas, aun cuando trabajadores de ese sector se sumaron a la manifestación en el centro capitalino.
Vuelos que llegaban y salían de aeropuertos fueron cancelados, lo cual causó el mayor caos en la terminal aérea de la capital.
Los huelguistas protestaron contra una nueva ronda de reducción salarial y aumento tributario, un plan de despidos masivos en el sector público y la posible baja del salario mínimo en el sector privado.
Los empleados del sector público protestan esencialmente contra el proyecto de colocar a 30 mil de ellos en paro técnico, con un salario reducido de 40 por ciento de aquí a finales de año, antes de un probable despido, con el objetivo de disminuir drásticamente el gasto público del país.
No al desempleo parcial, no a los despidos, no a la miseria
, se leía en una pancarta.
El gobierno griego ha negociado con la troika –grupo de acreedores integrado por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo– aplicar esta medida de austeridad, que incluye múltiples alzas de impuestos, reducción de pensiones y reformas estructurales destinadas a liberalizar la economía, programa que debe durar al menos hasta 2015, para intentar salvar al país de una quiebra financiera y mantenerlo en la eurozona.
El gobierno sostiene que las amargas medidas introducidas desde el año pasado son la única vía de hacer frente a la crisis de deuda, pero ha debido enfrentar una ola de huelgas y protestas en las últimas semanas.
El ministro de Economía, Michalis Chryssohoides, dijo en una entrevista que aparecerá el jueves en Alemania, que la situación del país es “bastante desesperada.
La bancarrota de un país de la zona euro sería una catástrofe, porque tendría un efecto dominó. Aunque no sea más que por esto, no podemos decidir solos una moratoria
, advirtió.
El director para Europa del FMI, Antonio Borges, señaló que el segundo plan de ayuda a Grecia decidido el 21 de julio por la Unión Europea, y que todavía no ha sido aplicado, debería ser revisado para poner el acento en el relanzamiento económico.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel, reiteró en Bruselas que Grecia debería seguir formando parte de la zona euro
, al tiempo que consideró justificado
recapitalizar a los bancos europeos, que corren el riesgo de sufrir por una suspensión de pagos en la zona.
Miles de estudiantes también se manifestaron en Atenas y Salónica pidiendo libros, profesores y escuelas
. Varios colegios han sido ocupados estos últimos días por estudiantes que protestan contra la falta de libros.
Una protesta general tanto del sector público como del privado está prevista para el 19 de octubre, convocada por los sindicatos Adedy y GSEE.
Por otro lado, los ministros de Finanzas de la zona del euro aplazaron una decisión sobre la entrega del próximo paquete de ayuda a Grecia. Los titulares de la cartera esperan la evaluación sobre la situación financiera de Grecia por parte de los auditores extranjeros que integran la troika.