Madrid, 19 de octubre. El poeta y músico canadiense Leonard Cohen también se reconoce como hijo literario de Federico García Lorca, por sus evocaciones poéticas plagadas de un paisaje tremendamente familiar y muy cercano al silencio.

Cohen, emblema de la contracultura occidental de la segunda mitad del siglo XX y desde hace unos años asceta budista, recibirá el viernes en Oviedo, capital de Asturias, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011.

Cohen está en España, pero no es la primera vez que visita el país ni es nueva su vinculación a su literatura y cultura. Su admiración por García Lorca, el poeta granadino que fue ejecutado por franquistas en un descampado de la sierra durante la Guerra Civil española (1936-1939), es añeja, cuando tenía sólo 15 años y cayó en sus manos uno de sus poemarios, donde leyó por primera vez sus evocaciones sobre el amor, el silencio y la muerte.

A su primera hija le puso por nombre Lorca, como un homenaje a ese autor que lo deslumbró tan joven y que no ha dejado de leer desde entonces.

Solidaridad con los indignados

En la primera rueda de prensa que Leonard Cohen ofreció tras llegar a Oviedo, recordó a García Lorca, uno de sus poetas de cabecera, pues además reconoció que fue el que más influyó en mi juventud. Fue el primer poeta que me invitó a vivir en su mundo. Su vinculación con el porta granadini también se plasmó en la dedicatoria de una de sus canciones más admiradas, Take this Waltz.

Para Cohen, descubrir la literatura de García Lorca fue conocer un poeta instalado en una tradición ajena, pero que hablaba de un paisaje que yo conocía, el de alguien que lucha contra el silencio.

Una búsqueda –la del silencio– que continuaría años después con su conversión al budismo, su ascetismo sólo roto en contadas ocasiones y su espiritualidad profunda y sencilla.

Cohen, nacido en Montreal en 1934, es autor de poemarios como Parásitos del paraíso, La caja de especias de la Tierra y Flores para Hitler. También escribió las novelas El juego favorito y Los hermosos vencidos.

El compositor aprovechó su visita a Oviedo para anunciar la inminente aparición de su nuevo disco, compuesto por 10 canciones y titulado Old ideas.

Cohen adelantó que su nueva creación ya se encuentra en proceso de mezcla en un estudio de Los Ángeles.

El artista canadiense explicó que sus texto y discos no son tan frecuentes, porque el proceso creativo es lento. Señaló que componer, escribir o crear no es como ir a un bufet, en el que uno toma ordenadamente lo que va a comer, sino que trabajo con material desordenado y en plena oscuridad. En cada página en blanco eres un principiante. Luchas contra el silencio y contra tus debilidades y sobre una ni otra cosa tienes control.

Cohen, sensible a lo que ocurre en el planeta, también quiso lanzar un mensaje de solidaridad y apoyo al movimiento de los indignados, que nació en España en mayo pasado y que se ha extendido al resto del planeta.

Todos tenemos un amigo que sufre porque se ha quedado sin trabajo o sin oportunidades, explicó el poeta y músico, quien también lamentó los severos recortes a la cultura de prácticamente todos los gobiernos de los países en crisis, pero también advirtió que si alguien quiere crear y expresar algo, al final lo hará, con o sin apoyos.

Además, Leonard Cohen será uno de los protagonistas de la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias el viernes, pues leerá uno de los tres discursos.

Los otros dos correrán a cargo del director de orquesta Riccardo Muti y del neurocientífico mexicano Arturo Álvarez Buylla.