Lamenta que se repitan las catástrofes en Tabasco y Chiapas

esde octubre de 2007 se había demandado la concreción de un proyecto vital para la seguridad de los habitantes de Tabasco y Chiapas, a partir del Plan Hidráulico que permitiría controlar los hermosos pero incontenibles ríos y sus afluentes Grijalva y Usumacinta. En octubre de 2010, el gobernador Andrés Granier pedía con urgencia que se concluyeran las obras para evitar próximas inundaciones. Se pedía, como se vuelve a hacer en octubre de 2011, apoyos del Fondo de Desastres Naturales para solucionar problemas de un territorio devastado en cuatro años consecutivos. Ahora son 16 municipios tabasqueños con daños en la agricultura, niños sin clases por estar inundadas sus escuelas, 30 unidades médicas sin funcionar, viviendas anegadas y no tardan cientos de miles de refugiados por los daños. Viene la tradicional declaratoria de emergencia, el Plan DN-III, planes de protección civil a todos los niveles y ayuda federal. Nuevamente a los tabasqueños nos vuelve a caer el agua y sin reales soluciones del tan mentado Plan Hidráulico y de los programas de infraestructura de la Comisión Nacional del Agua para evitar cada año las catástrofes en Tabasco y Chiapas. Pese a todo, pido nuevamente solidaridad para los pobladores de los municipios que están viviendo el desastre por los desfogues irracionales y, también, solicito que den cuentas claras las autoridades estatales y federales de lo que realmente se ha hecho para evitar la catástrofe que se repite cada año en Tabasco.

a competencia entre grupos o individuos siempre ha existido, obedece a múltiples causas y merece diversos juicios, pero ahora no es sólo una forma de relación social entre ciertos individuos, en determinados momentos o circunstancias, o peculiar de una actividad o un sector de la sociedad, es la pauta imperante en la economía, en la política, en el deporte, en la cultura, en las escuelas y en las universidades. Hoy, ser competitivo, esto es, capaz de competir con éxito venciendo a los rivales, es el ideal, la aspiración, el desiderátum universal; como parte del pensamiento único global no se concibe otro tipo de relación entre los seres humanos.

claremos ciertas confusiones: La era de las transiciones democráticas en América Latina y en México en particular surgió no sólo contra gobiernos autoritarios y dictaduras, sino en contra del intervencionismo estatal en la economía. Dicha transición se vio acompañada por la adopción política de la economía de mercado como modelo económico único e indiscutible.

s imprudencia mayor, por razones científicas, históricas y contemporáneas, desatender el poder e influencia de las grandes petroleras y su cabildo en Wa-shington, Dallas y Houston, en la dinámica político-electoral o en la diplomacia de fuerza de Estados Unidos hacia México y las Américas. A pocos sorprende el apego de los precandidatos Mitt Romney y Rick Perry, el gobernador de Texas, a la agenda del American Petroleum Institute (API), eje del cabildo petrolero. La desaforada narrativa de Perry, indicio ominoso del armagedón económico-militar en curso en Irak, Afga-nistán y Libia, incluye la liberación total de los gases con efecto invernadero y la intervención militar en México.

a cooperación interinstitucional entre Conaculta y la Coordinación de Teatros de la Secretaría de Cultura del DF a cargo de Nina Serratos permitió que en el Teatro Benito Juárez la Compañía Nacional de Teatro (CNT) estrenara La paz perpetua del muy laureado dramaturgo español Juan Mayorga, ya presentada como lectura dramatizada en el marco de la semana de Teatro Contemporáneo auspiciada por el INBA y ahora en escenificación formal bajo la dirección de Mariana Giménez. Salvo un par de escenificaciones de poca trascendencia de alguno de sus textos el autor no es muy conocido en México y este montaje viene a subsanar este hueco en nuestro teatro, sobre todo por la vigencia de lo que propone, no en balde Mayorga ha declarado –y sus obras lo demuestran– que el teatro es un arte político.