Túnez, 23 de octubre. Túnez, epicentro de la revuelta árabe de este año, celebró hoy elecciones para designar a 217 miembros de una asamblea constituyente, la cual redactará una nueva carta magna y formará una administración provisional poniendo fin a 55 años de gobiernos autoritarios, encabezados por sólo dos presidentes: Habib Bourguiba (1957-1987) y Zine Abidine Ben Alí (1987-2011).

La jornada transcurrió de manera pacífica en los 27 distritos electorales del país y tuvo una asistencia a las urnas de 70 por ciento de los 7 millones de ciudadanos registrados.

Los resultados preliminares comenzaron a fluir este domingo, pero la Comisión Electoral Independiente, creada para organizar un proceso al margen del Ministerio del Interior, anunció que los números oficiales serán divulgados el próximo martes.

Para los tunecinos, éstos son los primeros comicios en que los resultados no se conocen de antemano, como ocurrió desde que el país obtuvo su independencia de Francia en 1956 y comenzó a efectuar procesos electorales.

Elevada participación

Una muestra del entusiasmo generado por estos comicios ha sido la participación de 80 partidos de diversas tendencias –islamitas y laicos de derecha e izquierda– y de decenas de candidatos independientes.

En total, 11 mil 686 aspirantes disputarán sillas en la asamblea constituyente, que serán elegidos bajo el método de listas, donde los candidatos con más sufragios son quienes finalmente se quedan con los puestos, a diferencia de otros sistemas electorales, en los cuales quien surge como representante es el que queda en primer lugar.

La contabilidad también se refleja en los partidos que, con base en los votos recibidos, pueden aspirar a la mayoría absoluta o a la relativa, viéndose forzados a formar coaliciones.

Sondeos previos mostraron que el partido islámico Ennahda es el favorito para obtener entre 20 y 30 por ciento de sufragios, pero tiene una débil capacidad para formar alianzas, por lo cual analistas locales prevén que tendría dificultades para encabezar la constituyente.

Rachid Ghannuchi, líder de Ennahda, quien vivió 22 años exiliado en Gran Bretaña, fue abucheado por una decena de personas afuera del centro de votación donde ejerció su derecho.

Durante la campaña ofreció que su partido respetaría el Estado laico y los derechos de las mujeres.