Esperamos platicar con la tripulación durante las pesquisas, expresa Seneam
Domingo 13 de noviembre de 2011, p. 5
Con la información disponible, hasta el momento no hay ningún indicio de que el percance en que murieron el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, y siete personas más haya sido algo distinto a un accidente, aseguró el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Dionisio Pérez-Jacome.
Precisó que el piloto del helicóptero en que iba Blake cambió de ruta para evitar la nubosidad, y no hay indicios de explosión, como demuestra el patrón de restos esparcidos en forma rectangular.
Aseveró que las revisiones visuales, realizadas preliminarmente por los peritos en el sitio del siniestro, no revelan evidencia, en los restos de la aeronave, de algún tipo de daño causado por explosión o fuego
.
Treinta horas después de haber iniciado las investigaciones del siniestro, informó que en ningún momento se tenía previsto que el presidente Felipe Calderón utilizara ese helicóptero (como afirmaron versiones extraoficiales), porque el Ejecutivo cuenta con aeronaves exclusivas para el cumplimiento de sus responsabilidades.
En conferencia de prensa, el titular de la SCT, acompañado del director general adjunto de tránsito aéreo de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), Rodolfo Olivares, y del capitán piloto aviador Gilberto López Meyer, director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, entre otros, señaló que ya llegaron los expertos internacionales a quienes se solicitó que coadyuvaran en las investigaciones.
Agregó que desde el viernes arribó al sitio del siniestro personal de la estadunidense National Transportation Safety Board, que se va a integrar inmediatamente a los trabajos de la investigación.
También desde el viernes se encontraba personal técnico de la empresa Eurocopter, fabricante del helicóptero, y empleados de la compañía fabricante de los motores. Se espera que en breve se incorporen los expertos franceses.
Rodolfo Olivares reveló que se investiga la posible existencia de otra aeronave que tenía la misma ruta que el helicóptero siniestrado. Estamos investigando a ver si efectivamente existía, para poder recabar lo que esta tripulación nos pudiera dar para enriquecer la información
.
En las imágenes del radar se observa que una aeronave se aleja por la ruta que esperábamos
del helicóptero que se precipitó a tierra, y estamos esperando platicar con las tripulaciones, lo haremos durante las investigaciones
, anunció.
Los funcionarios descartaron que la antigüedad de la nave haya sido una de las causas del percance. El helicóptero era marca Eurocopter. Fue fabricado en 1984 y adquirido por la Presidencia en 1985. Contaba con un certificado de aeronavegabilidad vigente hasta el 13 de julio de 2012, y también con póliza de seguro en vigor. Tenía 6 mil 501 horas de vuelo acumuladas. El último mantenimiento fue realizado del 4 al 6 de noviembre de 2011, en las instalaciones del hangar presidencial, por personal autorizado de la coordinación general de transportes aéreos presidenciales.
La bitácora de la aeronave muestra que, después de mantenimiento, se realizaron vuelos los días 9 y 10 de noviembre, por un total de 3 horas 40 minutos, sin novedades.
Respecto a la tripulación, ambos pilotos contaban con licencia vigente y entrenamiento, experiencia y capacidad para operar este tipo de aeronaves con toda la seguridad posible.
El teniente coronel Felipe Bacio Cortés contaba a mayo de 2011 con 4 mil 910 horas acumuladas de vuelo.
A su vez, el copiloto, teniente Pedro Ramón Escobar Becerra, tenía acumuladas hasta julio pasado mil 404 horas de vuelo.
Olivares informó que la aeronave despegó de Campo Marte rumbo a Morelos con condiciones meteorológicas adecuadas para volar.
Señaló que una capa de nubosidad a baja altura en la zona del accidente presumiblemente ocasionó que el piloto buscara una ruta alterna, cambiando la dirección del viaje o tomando una altitud distinta.
López Meyer detalló que la operación del helicóptero estuvo apegada desde el principio a los protocolos, mientras las condiciones de los aeropuertos de salida y de llegada eran iguales o superiores a los mínimos para su operación, y era responsabilidad del piloto buscar las mejores condiciones durante del trayecto.
Esa es una de las presunciones del porqué la ruta fue ajustándose hacia el este, buscando precisamente un terreno más bajo o mejores condiciones meteorológicas o una combinación de ambas, pues este tipo de vuelos no son controlados en el trayecto de ruta.
Explicó que la ruta esperada era hacia Topilejo; sin embargo, como la aeronave iba en modo visual, no controlado, los pilotos van determinando el rumbo y pueden tomar decisiones, y lo que habría sucedido fue que trató de evitar la nubosidad.
Esa ruta alternativa también se usa para buscar un valle o tierras más bajas, que permitan salir hacia Cuernavaca. Preliminarmente se observa que el piloto prefirió enfilarse hacia el valle de Cuautla para posteriormente llegar a Cuernavaca.
Destacó que toda la información que se ha podido recabar en las primeras horas de investigación sugiere fuertemente que en esa zona existía una densa capa de neblina.
Una vez que se concluyan todos los análisis de la evidencia y de la información completa del incidente se elaborarán los informes finales
, aseguró Pérez-Jácome.