El primer visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Mario Patrón, afirmó ayer que los ataques contra los defensores de las garantías básicas son un claro termómetro del raquítico nivel de democracia que vive el país.

El servidor público acompa-ñó ayer en la conferencia de prensa, en la sede de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a las integrantes del Comité Norma Andrade, quienes solicitaron protección y seguridad para la activista del mismo nombre y su familia, durante su estancia en Ciudad Juárez, Chihuahua, y su traslado hacia la ciudad de México.

Patrón señaló que durante este año, sin que sea un número definitivo, la CDHDF ha documentado 36 casos de agresiones contra defensores de los derechos humanos, que van de homicidios y amenazas a privaciones de la libertad.

Alertó que cuando hay algún atentado contra un activista o periodista existe la tendencia a investigar su vida y no su trabajo, a manera de descalificación.

Comentó que el caso de Norma Andrade, quien el pasado viernes 2 de diciembre fue atacada a tiros por sicarios al salir de su domicilio, lo que la tiene hospitalizada, demuestra que la impunidad hace más vulnerables a los defensores de las garantías básicas, pues en 12 ocasiones se presentaron denuncias por actos de violencia y las autoridades no hicieron nada.

Josefina Mena, integrante de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa, a la que pertenece la activista Norma Andrade, aseveró que después de 10 años de lucha y de la denuncia de cientos de casos de muertes y desapariciones de mujeres, las autoridades las han ignorado.

La omisión del gobierno mexicano y la complicidad de ciertos sectores de la sociedad son innegables, sostuvo.