Miércoles 7 de diciembre de 2011, p. a10
Marrakech, 6 de diciembre. El cine mexicano goza ahora de libertad y madurez, lo que aunado a su diversidad hace que el mundo ponga atención en él, afirmó Rigoberto Perezcano, quien presenta Norteado, por segunda vez en esta ciudad marroquí.
Entrevistado en el contexto del Festival Internacional de Cine de Marrakech, expresó: Creo que hemos absorbido a través de los años, de los medios, y de la filmografía de otros países, una forma de identificarnos para encontrar nuestro propio estilo narrativo
.
Afirmó que lo que vive México en este momento “es como un vértice en el que cada realizador puede contar una historia de determinada manera, ser muy comercial o estar en el extranjero, si así lo decide.
Existe un cine completamente diferente, con historias y estilos distintos, eso es maravilloso
, destacó.
Perezcano, quien obtuvo el Gran Premio de esta cita cinematográfica en 2009, participa ahora en la sección Generación México, en la que se presentan 21 películas mexicanas.
Me recuerda Juchitán
Lo que me hizo venir en 2009 es la atracción por el mundo árabe, es algo que me encanta; todo este caos, este desorden, por llamarlo de alguna manera, me gusta mucho, me siento como si estuviera en México. Marrakech me recuerda a Juchitán
, dijo.
Llegar aquí en 2009 era como estar en tierra comanche, los mexicanos éramos algo desconocido, exótico para el pueblo marroquí, pero nos atendieron muy bien y para mí, recibir el premio de manos de Abbas Kiarostami, fue un verdadero lujo
, aseguró.
“Ahora, dos años después, me encuentro con una ciudad que me reconoce, que sabe de mi trabajo, que pregunta qué voy a filmar, que pregunta si voy a volver a presentar Norteado; éso es un gran halago.”