Londres, 19 de diciembre. Gran Bretaña aprobó propuestas de amplio alcance para reorganizar los bancos del país, que obligan a los prestamistas a crear barreras entre sus operaciones minoristas y sus unidades de banca de inversión de mayor riesgo para proporcionar mejor protección al cliente común ante una crisis en el futuro. Los bancos deberán separar sus actividades de detalle y sus operaciones de inversión, más arriesgadas.

Las recomendaciones de la Comisión Independiente sobre Bancos (ICB, por sus siglas en ingles) habían enfrentado la oposición de los bancos más importantes que presionaron duramente en su contra, por lo que consideran que serán costos adicionales y burocracia. El gobierno separará banca minorista y de inversión con una barrera, dijo al Parlamento el ministro de finanzas George Osborne.

Es importante saber que esta valla no impedirá que los bancos quiebren, pero si caen en problemas, esos elementos del sistema bancario que son vitales para las familias, negocios y la totalidad de la economía podrán continuar sin recurrir a los contribuyentes, añadió.

También se ponen límites al uso del dinero del negocio minorista en banca de inversión, una medida que incrementaría los costos de financiamiento para los prestamistas británicos.

Comentó que el gobierno de la coalición liderada por los conservadores respaldaba los planes para hacer que los bancos posean mayor cantidad de capital para absorber las pérdidas, fijando en tal sentido un requerimiento de capital de mínimo un 17 por ciento.

Sin embargo, agregó esto sólo se aplicaría a las operaciones de los bancos británicos en Reino Unido, eliminando una potencial desventaja a HSBC y Standard Chartere, que generan gran parte de sus ganancias fuera de Gran Bretaña en Asia.