Estocolmo. La automovilística sueca Saab se quedó sin espacio para maniobrar este lunes, después de que el dueño holandés de la manufacturera puso fin a una batalla de nueve meses para encontrar un plan de rescate y solicitar la protección por quiebra. El final del camino para Saab, que lleva más de 60 años en la fabricación de vehículos, llegó el mismo fin de semana en que General Motors volvió a vetar un plan que implicaría la participación del inversor chino Zhejiang Youngman Lotus Automobile. GM, dueño anterior de Saab, sigue en posesión de tecnología clave para la automovilística sueca y tiene una pequeña participación. Swedish Automobile, dueño de Saab, comentó que después de que GM informó a Youngman que no aprobaría el proyecto, la compañía china añadió a Saab que la financiación para continuar y completar la reorganización no podría concluirse.