Seúl, 28 de diciembre. Cientos de miles de personas acompañaron hoy en Pyongyang, bajo la nieve, el cortejo fúnebre del fallecido líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, tras una ceremonia de tres horas transmitida por la televisión estatal.

Un funcionario dijo a la prensa que las exequias habían terminado, pese a que inicialmente se había dicho que concluirían este jueves.

El funeral se inició en el mausoleo de Kumsusan, donde yacía Kim en un féretro de cristal desde su muerte, a los 69 años, el 17 de diciembre, después de haber estado al frente del país durante 17 años.

Desde allí partió el coche con flores blancas y una bandera del partido que lo trasladó por la ciudad, precedido por otro vehículo con una enorme foto de Kim.

El hijo menor y con toda probabilidad el sucesor del líder, Kim Jong-un, acompañó el coche fúnebre al cruzar la plaza.

Kim Jong-un, de 28 años, estuvo acompañado por militares de alto rango, entre ellos su tío Jang Song-taek, en quien muchos analistas ven al futuro regente del gobierno hasta que el gran sucesor asuma las riendas de la nación.

Ya en las calles de la capital, cientos de miles de personas rindieron homenaje a Kim Jong-il al paso del cortejo fúnebre, quienes daban grandes muestras de dolor.

Un responsable no identificado del gobierno afirmó frente al mausoleo que la ceremonia terminó, lo que contradice una versión de la Agencia Central Coreana de Noticias, que había dicho que los funerales oficiales concluirían este jueves con una ceremonia nacional y tres minutos de silencio.

Como se esperaba en Corea del Sur, la ceremonia transcurrió de forma similar a los funerales de 1994 del padre de Kim Jong-il, el presidente eterno Kim Il-sung. También su féretro fue llevado en procesión por Pyongyang.

Se cree que el cadáver embalsamado de Kim Jong-il podría reposar junto al de su padre en el mausoleo de Kumsusan.