Buenos Aires, 31 de enero.- La cancillería argentina repudió el próximo arribo a las islas Malvinas del principe Guillermo de la corona británica como miembro de las fuerzas armadas de su país y rechazó el envío del destructor más moderno de Gran Bretaña, al calificar la situación como un intento por "militarizar el conflicto" entre ambas naciones, y demandó más diplomacia y menos armas.

El pueblo argentino lamenta que el heredero real arribe con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del estadista que trabaja por la paz, señaló en un comunicado en referencia a que el príncipe Guillermo viene a cumplir tareas militares en las islas.

Sotuvo que Argentina rechaza el intento británico de militarizar un conflicto sobre el cual las Naciones Unidas ya se han expedido en numerosas ocasiones y han indicado que ambas naciones deben resolver en negociaciones bilaterales, en alusión a la próxima llegada a las islas del destructor HMS Dauntless.

También se recordó que el vicecanciller, Jeremy Browne, declaró que la soberanía de las islas no es negociable y que vamos a seguir los pasos necesarios para garantizar su seguridad. Ante esta actitud, la canillería llamó “a evitar la tentación de incurrir en discursos que transformen el patriotismo en patrioterismo con el objeto de distraer la atención pública de políticas económicas de ajustes en un contexto de crisis estructural y alto desempleo".

La cancillería destacó que esta decisión se tomó sin comunicarle nada al Parlamento de Gran Bretaña a pesar de que cuando se hicieron los anuncios había un debate en ese recinto sobre las islas y Jeremy Borwne intentaba convencer de que Argentina intensificaría sus presiones porque se cumplen 30 años de la guerra entre ambos países en abril próximo.

"Los organismos internacionales así como los países democráticos debemos trabajar a diario para evitar que los conflictos armados reemplacen a las negociaciones civilizadas para la resolución de conflictos", indicó el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Otro punto al que hace alusión el texto es la diferencia de actitudes en cuanto al militarismo, y las tareas de las fuerzas armadas británicas en el mundo, al recordar que “Argentina es un miembro activo de las misiones de paz de la ONU. No hay soldados argentinos en ningún conflicto bélico, por el contrario, son reconocidos por su rol como enviados de las Naciones Unidas como herramienta de pacificación".

Asimismo señala que la actitud del Reino Unido como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y su rechazo a las resoluciones del máximo organismo mundial “lo coloca entre los países que, al desoír sus recomendaciones, debilitan el accionar de la diplomacia y aumentan el riesgo de más guerras".

De acuerdo a la descripción que dan voceros de la cancillería, el destructor HMS Dauntless tiene un avanzado sistema de defensa y un sofisticado sistema de radares con alcance de 400 kilómetros (la distancia que separa a las islas de Argentina) y lleva varios helicópteros.

En el anuncio de la Marina Real Británica se comunicó que el envío del buque está planeado desde hace tiempo y que se trata de un caso de rutina ya que hace muchos años se mantiene una presencia continúa en el Atlántico Sur y el barco está destinado a remplazar a otro en patrullajes.

Sin embargo, en estas circunstancias las decisiones británicas son advertidas por la mayoría de analistas como una provocación y señalan el mensaje que significa que un buque similar al Dauntless fue enviado al golfo Pérsico, cuando Irán está bajo la amenaza de invasión o ataques de Estados Unidos, Israel Gran Bretaña y los socios europeos.

Otro tema que se destaca en Argentina y especialmente en el nuevo Blogg sobre las Malvinas creado por la agencia oficial Télam es que hay voces importantes en Gran Bretaña que no están de acuerdo con lo actuado por el gobierno de su país, Se cita a un funcionario de Defensa, Gerald Howarth, quien sostuvo en el Parlamento inglés que Argentina no tiene ni la capacidad ni la intención de tomar las islas Malvinas.

Es importante señalar que Gran Bretaña ha construído una fortaleza militar como es la base militar de Mount Pleassant en la isla Soledad que sirve a la OTAN y además de disponer ilegalmente la venta ilegal de licencias de pesca y contratos con empresas trasnacionales para la exploración de petróleo en diciembre pasado decidió establecer alrededor de las Islas una zona de exclusión pesquera con una extensión de un millón de kilómetros cuadrados, que será patrullada por naves de la marina de guerra del Reino Unido.