Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 25
Tegucigalpa. Como accidental
fue considerado el incendio del 14 de febrero en el penal de Comayagua, que dejó 360 muertos, de acuerdo con un informe preliminar proporcionado ayer a las autoridades hondureñas por un equipo de expertos de Estados Unidos. La hipótesis indica que se trató de una llama abierta que pudo provenir de un cigarrillo, un encendedor o fósforos, informaron el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, y el fiscal general, Luis Alberto Rubí. Se descarta así que haya habido una mano criminal o un cortocircuito
, dijo Bonilla a la prensa.