Los grupos parlamentarios de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) en la Cámara de Diputados definieron ayer que el gobierno de Felipe Calderón será recordado como el sexenio de la corrupción y la ineficiencia.

En un debate de casi cuatro horas, legisladores de esos partidos desgranaron ejemplos de los constantes aumentos en los precios de las obras públicas; reprocharon que éstas no se terminan en tiempo; cuestionaron el manejo discrecional del presupuesto por parte de la Secretaría de Hacienda, y hablaron del caso específico de Juan Molinar, al que calificaron como un cínico pertrechado ahora en el Partido Acción Nacional (PAN).

Todo, a partir de los resultados de la cuenta pública 2010, que el miércoles pasado entregó a la Cámara de Diputados la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Pactada a tres rondas, la discusión se llevó a cuatro, en un nuevo intercambio sobre qué gobiernos han sido más corruptos, si los del PRI o los del PAN.

Para el priísta César Augusto Santiago es una tristeza que mientras miles de millones de pesos se aprueban al gobierno para combatir la delincuencia y la pobreza, aumenten los muertos y los pobres.

Desde la tribuna exclamó: No acepto que el Presidente sea cómplice, que esté de acuerdo con tantas irregularidades, simulaciones y mentiras. No puedo creer que se quede impávido ante este fracaso formidable de la administración pública.

En respuesta, la bancada panista afirmó que el debate desarrollado en la sesión de este martes tenía como único sustento el miedo del PRI por que Josefina Vázquez Mota está pisando los talones a Enrique Peña. O, como expuso el vicecoordinador panista y colaborador de la candidata presidencial, Carlos Pérez Cuevas, esconder que el indestructible, el inalcanzable, ya se despeñó.

Los priístas reviraron que el de Calderón es un pobre gobierno y reclamaron la comparecencia del secretario de la Función Pública, Rafael Morgan Ríos, para que explique el fracaso de la administración panista y el de esa dependencia en controlar la corrupción.

En medio del intercambio entre panistas y priístas, el diputado Avelino Méndez Rangel (PRD) ironizó que si en medio del salón de sesiones pendiera un ventilador y no el monumental candil que lo ilumina, el estiércol que hoy se ha aventado no nos tocaría sólo a nosotros sino a todo el país.

La discusión subió de tono luego de que el panista Marcos Pérez afirmó que las observaciones de la ASF se solventarán, como ha ocurrido desde el sexenio de Vicente Fox, en contraste con las irregularidades que, resaltó, se cometen en los estados, donde los gobernadores manejan los recursos como en una república bananero, a capricho de señores feudales, dictadorzuelos.

La acusación caló en las filas priístas. Carlos Flores Rico afirmó que en el calderonismo ocurrió un relajamiento ético y se perdió la vergüenza. ¿Y quién solventa la pobreza, los más de 50 mil muertos? ¿Y lo que se robaron, y el abandono y la inseguridad?, cuestionó.

Flores Rico expuso que la deuda que acumula el gobierno de Calderón es de 4.5 billones, con b de burro, 33 veces el producto interno bruto, y la de los estados y municipios de 400 mil millones.

Desde sus curules, los panistas iniciaron el coro: ¡Moreira, Moreira...! A gritos, el priísta expuso que en Hacienda es donde están los varones del dinero, que reducen y aumentan partidas “como mover el abanico de la marquesa. ¿Pero eso no es bananero, es muy cool, diputado Pérez? ¡No manche!”

El duelo escaló. La panista Ruth Lugo devolvió que los priístas son expertos en corrupción, pero ahora se presentan como el nuevo PRI, de Barney y sus amigos: los mismos dinosaurios, pero más bonitos, y (Enrique) Peña Nieto se quiere hacer el galán de telenovela.

Francisco Ramírez Acuña, coordinador del PAN, la alcanzó al pie de la tribuna para felicitarla: ¡Ahora sí se ganó sus dos tequilitas!

Al quite entraron los diputados del Partido Verde. El presidente de la Comisión de la Función Pública, Pablo Escudero, y Juan Carlos Natale, afirmaron que el PAN no ganará las elecciones presidenciales.

Escudero, incluso, les espetó desde la tribuna: ¡Ah, cómo han robado! Natale refirió que el contrato otorgado por Juan Molinar y el primo de Margarita Zavala, Carlos Castañeda Gómez del Campo, a Tata Consultancy por servicios de informática al Seguro Social, es ejemplo de los negocios al amparo del PAN.

Natale refirió que mensualmente, la empresa facturaba 420 mil horas-hombre, cuando sólo tiene 500 empleados. Es decir, explicó, que tendrían que haber trabajado 42 horas diarias para justificar el cobro. ¡Qué buen fraude!

Sebastián Lerdo de Tejada cerró: Lo mejor es que el PAN se vaya pronto y en silencio.