En la Clínica de Rehabilitación Humana, que dirige Cristina Picazo, se colocaron tres
Fue fundamental que Estados Unidos destinara inversiones millonarias a la investigación para desarrollar la tecnología que ayudaría a los amputados de las guerras de Irak y Afganistán
Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 40
Lejos quedaron las piezas de madera que llegaban a pesar hasta 15 kilogramos o aquellas que sólo tenían función estética. Hoy, las prótesis que sustituyen una extremidad perdida por enfermedad o accidente pueden ofrecer a las personas que las requieren la posibilidad de tener una vida prácticamente normal.
La combinación de la biología con la mecatrónica, en investigación durante la década reciente, logró el desarrollo de prótesis biónicas, de las cuales ya se pusieron las primeras tres en México, en la Clínica de Rehabilitación Humana, que dirige Cristina Picazo.
El avance ha sido lento en este rubro. Desde los años 50 del siglo pasado con los afectados por las secuelas de la poliomielitis tuvo que transcurrir otro medio siglo antes de que hubiera algún progreso con las prótesis. En 1997 salió al mercado la primera electromecánica, antecesora de la biónica, la cual empezó a producirse a mediados de 2011.
En contraste, la transformación que ha habido en las industrias de las armas o la automotriz es sorprendente, señaló la ortesista protesista certificada.
Para la especialista es claro que a los tomadores de decisiones nunca les ha interesado la situación que viven las personas que pierden alguna de sus extremidades (piernas o brazos) y cuando hablan de discapacidad se limitan a regalar muletas y sillas de ruedas
.
Algo que resultó fundamental en los años recientes fue la decisión de Estados Unidos de ayudar a los lisiados de guerra. De hecho, gracias
a ellos es que el gobierno de aquel país autorizó inversiones millonarias para que los investigadores se concentraran en desarrollar la tecnología que pudiera beneficiar a los amputados que llegaban de Irak y Afganistán, señala Picazo.
Mientras, en las instituciones de seguridad social de México, las prótesis, pocas y de mala calidad, están reservadas para quienes sufren un accidente de trabajo; pero si la amputación es resultado de una enfermedad (complicación de la diabetes o cáncer), el afectado se debe resignar a vivir atado a una silla de ruedas o a sus muletas.
En la Clínica de Rehabilitación Humana las personas encuentran que otro mundo es posible, que pueden reponer el miembro perdido con una prótesis, de las cuales existe una gama amplia: desde las más sencillas pero funcionales, hasta las biónicas de reciente ingreso al país.
Elaborada con base en la tecnología que emplea la telefonía celular (iphones), los sistemas de bolsas de aire de los automóviles y los sistemas de piloto automático de los aviones, entre otros, la prótesis biónica Genium logra realizar todas las funciones de una pierna, con los movimientos de flexión, inclinación, marcha y todo lo necesario para la movilidad, explica Ricky Benzing, ortesista de la empresa alemana Otto Bock, fabricante del aparato biónico.
Lo ideal sería que cuando una persona ha perdido una o ambas piernas, en las 24 horas siguientes comenzara su rehabilitación con prótesis incluida, señaló Cristina Picazo durante la demostraciónFoto José Antonio López
Y es biónico, dice, porque combina el conocimiento de la biología con la mecatrónica, para dar como resultado una marcha fisiológicamente optimizada. El equipo funciona con cuatro microprocesadores y más de 2 millones de comandos diferentes que identifican por medio de sensores cómo deben reaccionar en los diferentes momentos. Por ejemplo, explica Benzing, la pierna biónica cuenta con un sensor de aceleración y un giroscopio que facilitan el movimiento de flexión y rotación. Esta tecnología es similar a la que usan los iphone, ipad o el videojuego Wii, cuyo funcionamiento está guiado por sensores. En los primeros las imágenes giran en el sentido en que el equipo sea movido por el usuario. En este caso, la rodilla también reconoce movimientos.
Otro sensor es el de movimiento, como los que tienen los autómoviles. Cuando ocurre una parada abrupta o inesperada por un choque, inmediatamente salen las bolsas de aire para proteger la integridad de los tripulantes. La rodilla cuenta con unos sensores equivalentes para identificar si el individuo está en movimiento, de pie o en cuclillas. En cualquier caso, la prótesis responde como lo haría un órgano natural.
Lo ideal sería que cuando una persona ha perdido una o ambas piernas, en las 24 horas siguientes pudiera iniciar su proceso de rehabilitación con prótesis incluida. Picazo explicó que esto facilita la reincorporación de los pacientes a su vida normal. Sin embargo, en México ocurre que son muy pocos los individuos con posibilidad de acceder a un equipo de este tipo, por su alto costo (las más sencillas cuestan alrededor de 26 mil pesos, mientras la biónica, lo más novedoso en tecnología, vale un millón de pesos).
Aquí es donde Cristina Picazo opina que si bien la erogación es importante, lo que debería valorarse es el beneficio de recuperar a una persona productiva que puede retomar sus estudios o el trabajo para sostener a su familia.
Para la empresa alemana el siguiente paso es la colocación de la primera mano biónica Michelangelo, con una movilidad equivalente a la de una extremidad natural, incluso en los cinco dedos y con una conexión hacia el sistema nervioso central. El nuevo producto también revolucionará el mercado de las prótesis, hasta ahora limitadas a aparatos con movimiento limitado y sin mucha fuerza.