Diario de guerra: el gran despertar
La disputa de Washington y Pekín por el mar del sur de China
Democracia a la deriva
EU penetra en Sudamérica
En una calle de Atenas
Isidrada amexicada
Presentaciones y homenaje en Madrid
Pájaro azul
a masacre perpetrada desde el viernes pasado en la ciudad siria de Hula, provincia de Homs, en donde murieron un centenar de personas –entre ellas, 32 niños menores de 10 años–, suscitó una enérgica condena internacional encabezada por el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki moon, y su enviado al país árabe, Kofi Annan, así como por el bloque occidental del Consejo de Seguridad del organismo –Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia– más Alemania.
Protestan por desalojo
xternamos nuestra más profunda indignación por el desalojo arbitrario y hostil de 160 personas y 15 niños de la comunidad mazateca, así como de estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) que se alojaban en el Espacio Cultural Autónomo El Altépetl, ubicado en calle Conkal esquina Tetiz, colonia Pedregal de San Nicolás, delegación Tlalpan, el cual sería desocupado el sábado 26 al término de un encuentro realizado en la ENAH. El desalojo ocurrió el viernes 25 a la siete de la mañana con el ingreso prepotente y burlón de ocho personas vestidas de civil, quienes se negaron a mostrar alguna orden de desalojo, apoyados por dos patrullas y 25 policías.
na vez más los jóvenes vuelven a imponer su presencia en el escenario político nacional. Todos los observadores están de acuerdo en que ello no es fortuito o casual. Los jóvenes tienen sus motivos, muy poderosos y muy claramente definidos. Y son muchos y variadísimos. Lo que en verdad sobresale es su voluntad de actuar y de hacerse presentes a todos los actores de la sociedad, con un profundo y exigente deseo de ser escuchados. Están hartos de ser objeto de la manipulación de los medios y de los políticos y, lo que es peor, de ser ignorados o tratados como unos idiotas (en el sentido antiguo del término griego: como seres aislados y sin voluntad propia, sin poder ni capacidad de decidir).
i hubiese que proyectar estos siete días de mayo a la primera semana de julio, no tendríamos sino que decir que el fin de la jornada electoral se dio en un clima enrarecido. Los cuatro (¿cinco, cuántos más?) generales sometidos al arraigo y la práctica incomunicación, atestiguan enormes fallas geológicas en la estructura de la seguridad y revelan fracturas amenazadoras en las relaciones entre sus dos principales ejes: el Ejército nacional y la Procuraduría General de la República.
as encuestas prelectorales –sobre cuyas intenciones y precisión hay mucho que decir– siguen dando una ventaja de 10 puntos al candidato de Televisa y del establishment, Enrique Peña Nieto. Sin embargo, a pesar de los grandes medios de desinformación e intoxicación, y gracias a las masivas manifestaciones populares y de universitarios, Andrés Manuel López Obrador está reduciendo esa distancia cuando queda algo más de un mes para votar. Por tanto, hay margen para destacar algunas cosas.
n la semana, por lo menos desde el sábado 19 pasado, han salido a la calle numerosos estudiantes y otros manifestantes. Los temas son relacionados, pero en un caso es contra el candidato del PRI; el domingo 20 fue centralmente en apoyo a López Obrador; el miércoles 23, sobre Televisa, y en cada caso sobre los otros temas. La coordinación para televisión llama a dar un apagón
a Televisa y Tv Azteca el 30 de mayo.
reo que no pasaron más de dos semanas en las que tuvimos noticias excesivamente negativas sobre el fallecimiento, por cierto totalmente inesperado, de dos mexicanos ilustres con los que me unía cierta amistad: con Carlos Fuentes, además una relación constante y muy cordial, y con Jorge Carpizo, precisamente en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde formábamos parte de una comisión revisora de otras comisiones, lo cual no era muy divertido.
in consultar a Perogrullo, permítaseme decir que es profunda, muy profunda, la superficialidad con la que los candidatos a la Presidencia de la República afrontan la problemática y las perspectivas de solución de lo que podemos llamar lo energético
. Y llamémoslo así lo energético
, para no restringir el diagnóstico y, mucho menos, las líneas de solución, a la pregunta sobre qué hacer con Petróleos Mexicanos (Pemex) y con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde ya hay, por cierto, adelantos plagados de superficialidad e ignorancia.
n varias ocasiones hemos comentado el azoro de los españoles al arribar a la metrópoli mexica y contemplar decenas de canoas, plenas de flores, frutos, vegetales, aves, granos y cuanta mercancía pueda uno imaginar, surcando por las numerosas acequias que cruzaban la ciudad lacustre.
s curioso que una mujer, antes de convertirse en periodista y escritora, ya se apellide Brooks, palabra que, sin la erre, en inglés significa libros en español (con la erre, arroyos, pero no viene al caso, riachuelos, cañadas, quebradas, aunque se antojen y suenen bien, sobre todo al correr heráclitamente). De igual modo, la enciclopedia Wikipedia despierta mi curiosidad cuando advierte al lector que hay dos Geraldine Brooks, la periodista y escritora, y por otra parte, una actriz, que en 1925 había nacido en Nueva York y que moriría en 1977, en momentos en los que, en los confines de Australia, la nuestra se convertía en universitaria veinteañera. Y digo que estas simplezas no dejan de ser curiosas porque la artista de cine, teatro y televisión, hija de inmigrantes holandeses, en realidad se apellidaba Stroock (su papá era dueño de la empresa de vestuario para teatro llamada Brooks, y Geraldine adoptó este nombre para diferenciarse de su hermana mayor, que también era actriz y que públicamente había conservado el apellido Stroock). La autora nació en Australia, y adoptó la nacionalidad estadunidense en un raro periodo mundial de tolerancia y sensatez por lo que hace a la propuesta de acuerdos y legislaciones que facilitaran tener múltiples nacionalidades, en el caso de Brooks, sin que, por el honor, tuviera que perder o renunciar a la australiana. Es mamá de dos niños y esposa de un periodista judío de Estados Unidos a cuya religión se convirtió.