Domingo 8 de julio de 2012, p. 8
Pamplona. Miles de personas participaron este sábado en el primer encierro de las multitudinarias fiestas de San Fermín, en Pamplona (norte de España), en el que seis personas resultaron heridas sin gravedad, indicó el parte médico del gobierno regional de Navarra.
Un hombre de 73 años recibió una cornada en la pierna derecha al principio del encierro, pero la herida no era grave. Otras cinco personas sufrieron magulladuras al caer y tuvieron que ser trasladados al hospital, entre ellos un australiano de 26 años que sufrió una contusión en la rodilla izquierda y un japonés de 21, que tuvo una contusión lumbar.
Los mozos, vistiendo de blanco con el tradicional pañuelo rojo en el cuello, chocaban o caían al suelo en el recorrido por las estrechas calles de la ciudad en el que se conducen los toros a la plaza.
Los atrevidos
Los más atrevidos corrían delante, casi tocando los seis enormes toros de la ganadería sevillana Dolores Aguirre, mirando constantemente hacia atrás para vigilar los enormes cuernos de los animales.
Los toros, que pesan cada uno entre 520 y 590 kilos, salieron en estampida y recorrieron el camino hasta la plaza en tan sólo dos minutos y 53 segundos, un espectáculo que cada año siguen millones de personas en la televisión.
En la última parte del encierro un toro derribó a uno de los mozos y lo arrastró unos metros por el cuello de la camiseta, hasta la entrada de la plaza.
Otro toro embistió a un mozo que había caído al suelo y le hizo un agujero en los pantalones blancos. El animal recorrió los últimos metros con el trozo de ropa enganchado al cuerno.
Fue increíble, muy intenso, daba miedo
, dijo Collin Hamer, un joven de 28 años de Texas tras terminar el encierro.
Los festejos de San Fermín, que surgieron en la Edad Media, incluyen procesiones religiosas, bailes tradicionales, conciertos y bebida durante todo el día. Los bares pueden estar abiertos hasta las 6 de la mañana.