Islamabad, 7 de julio. Al menos 21 insurgentes fallecieron en el nordeste de Pakistán y 18 civiles fueron abatidos en el suroeste, en la frontera con Irán, en ataques perpetrados por aviones no tripulados de Estados Unidos y hombres armados no identificados.

La ofensiva ocurrió en la región tribal de Waziristán del Norte, donde los aviones no tripulados –llamados drones– del ejército estadunidense mataron a 21 milicianos.

De acuerdo con fuentes oficiales, seis misiles fueron disparados por drones contra un complejo residencial del pueblo de Gharlamay, en Datta Khel, la ciudad más cercana a la frontera afgana.

En la primera embestida nueve milicianos fueron abatidos. Minutos después otros tres fallecieron cuando se dirigían al lugar para recuperar los cuerpos. En un tercer ataque nueve insurgentes cayeron, mientras los heridos rebasan la docena.

Los bombardeos se producen después de un acuerdo entre Islamabad y Washington para la reapertura de las rutas terrestres hacia Afganistán, luego de que Estados Unidos se disculpó por la muerte de 24 soldados paquistaníes en un ataque aéreo ocurrido en noviembre pasado.

Waziristán del Norte es considerado centro de militantes de la red Al Qaeda que cruzan la frontera para luchar contra Estados Unidos y sus aliados en Afganistán.

En otro ataque reportado en el suroeste de Pakistán, hombres armados no identificados mataron a 18 personas la noche del viernes, cuando trataban de cruzar de manera ilegal la frontera hacia Irán en tres vehículos.

Según el canal Geo News, el incidente tuvo lugar en Khadam, en la zona de Turbat, mil 250 kilómetros al suroeste de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán.

Testigos indicaron que al menos seis pistoleros abrieron fuego contra el convoy y luego huyeron a bordo de varias motocicletas.

Un funcionario de la policía tribal confirmó el número de fallecimientos, y dijo que ningún grupo se ha adjudicado el hecho.