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Pasará 14 años en la cárcel por haber usado niños soldados, explica juez en La Haya

Primera sentencia de la CPI, contra el ex jefe militar congoleño Thomas Lubanga
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Desplazados se dirigen a la República Democrática del Congo, luego de pernoctar en Bunagana, UgandaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de julio de 2012, p. 28

La Haya, 10 de julio. La Corte Penal Internacional (CPI) dictó hoy su primera sentencia, al condenar al ex jefe de la milicia congoleña Thomas Lubanga a 14 años de cárcel por crímenes de guerra en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC).

El 14 de marzo pasado Lubanga, de 51 años, fue encontrado culpable de crímenes de guerra por haber usado menores de 15 años durante la guerra civil en Ituri, noreste de la RDC, entre 2002 y 2003.

Se trata de la primera condena de la CPI desde su entrada en funciones, en 2003.

La acusación pedía 30 años de prisión, pero los jueces consideraron que no se demostró plenamente que el ex comandante diera órdenes a los niños soldados.

Además tuvieron en cuenta, a la hora de dictar sentencia, que el acusado cooperó con el tribunal.

Ahora Lubanga puede apelar del fallo judicial.

Lubanga es condenado a 14 años de reclusión, declaró el juez Adrian Fulford en una audiencia en La Haya.

El uso de niños en un combate armado es, sin duda, uno de los crímenes más graves que afectan a toda la comunidad internacional. La vulnerabilidad de ellos significa que tienen que ser especialmente protegidos, enfatizó el juez.

Fulford sostuvo que el tiempo que Lubanga pasó en prisión preventiva se tomará en cuenta, lo cual implica que sólo le quedan ocho años por cumplir.

Además, el juez criticó al primer fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, quien recientemente cumplió su mandato, por la manera en que llevó el caso.

La sentencia de Lubanga fue acordada por su buen comportamiento, en vista de las fallas del fiscal a la hora de presentar algunos datos y de emitir comunicados confusos, agregó Fulford.

Vestido con traje gris, Lubanga escuchó la sentencia casi de manera imperturbable.

Durante los años que duró el proceso, el ex comandante siempre sostuvo su inocencia. Este juicio se basa en mentiras, aseguró en junio pasado.

La CPI es el primer tribunal penal internacional permanente encargado de juzgar a los presuntos autores de genocidios y de crímenes de lesa humanidad y de guerra.

La CPI designará el lugar donde Lubanga purgará su pena.

Deberá eligir uno de los seis países que declararon estar dispuestos a recibir a los sentenciados por esa corte: Malí, Serbia, Gran Bretaña, Bélgica, Austria o Finlandia.

La CPI también debe decidir el monto de las indemnizaciones adjudicadas a las 123 víctimas autorizadas a participar en este procedimiento.

Esta corte es el primer tribunal internacional que reconoce a las víctimas un papel en los procedimientos y que creó un fondo para ellas.

Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos saludaron la sentencia, que calificaron de hito.

Es una señal clara y mundial de que los crímenes llevarán a la cárcel, explicó Armel Luhiriri, de la Coalición para la CPI, a la que pertenecen 2 mil 500 organizaciones no gubernamentales.

Esta coalición, sin embargo, lamentó que Lubanga no haya sido hallado culpable y condenado por otros delitos. Entre otros, se le acusa de haber abusado de numerosas niñas y de utilizarlas como esclavas sexuales.

Unas 60 mil personas fallecieron en Ituri, en el este de la República Democrática del Congo, entre 1999 y 2003, en un conflicto por el control de las minas de oro y otros recursos naturales que enfrentó a la Unión de Patriotas Congoleses (UPC), de Lubanga, contra las milicias del grupo étnico Lendu, entre ellas el Ejército Popular Congolés y la Fuerza de Resistencia Patriótica en Ituri.

Las partes enfrentadas recibieron apoyo de otros países africanos, entre ellos Ruanda, Uganda, Angola o Zimbabue.

Lubanga fue detenido en 2005 por autoridades congoleñas y en 2006 entregado a La Haya.

En el juicio, que se inició en 2009, hubo más de 200 sesiones y se escuchó a casi 70 testigos.

Encarcelado en La Haya desde 2006, el fundador de la UPC y excomandante de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo (FPLC), brazo armado de la UPC, se declaró inocente durante el proceso, que terminó en agosto de 2011.

En tanto, Bosco Ntaganda, ex subjefe del estado mayor de las FPLC, se encuentra bajo arresto desde 2006 por los mismos crímenes que Lubanga y también está inculpado en este proceso.

Ntaganda es general en el ejército congoleño. Sigue en libertad y está acusado de dirigir un motín que actualmente tiene lugar en el este de la RDC.