Reincidencia delatora
Amagos y endurecimiento
Soriana anuncia querellas
Ataque a Grupo Reforma
AN no buscará anulación
Bajan acciones de Soriana, pero se recupera
Calderón se defiende por fallar en empleo
Banca doblemente rescatada
Gira del premier chino Wen Jiabao a Sudamérica y su coqueteo con el Mercosur
Pemex: ¿en tiempo y forma
?
Bicentenario, en la imaginaria
En puerta, otro regalo
de FC
l pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó ayer, por seis votos a cuatro, el amparo interpuesto por un particular en contra de la decisión del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de no hacer públicos los nombres de las personas o las compañías a las que se cancelaron créditos fiscales por casi 74 mil millones de pesos en 2007, así como a qué obedecieron tales cancelaciones.
La CNBV debe tener información sobre tarjetas, dice
e acuerdo con las políticas de Acción Financiera de Supervisión de Procesos Preventivos de Lavado de Dinero, corresponde a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) supervisar los reportes de operaciones de clientes y usuarios del sistema financiero, para lo cual cuenta con una Unidad de Inteligencia Financiera, que tiene la obligación, por ley, de detectar operaciones y negocios sospechosos, así como la identificación de personas, actividades, origen y destino de los recursos potencialmente ilícitos. Más aún, por ley, las instituciones de crédito tienen la obligación de reportar a la CNBV las operaciones sospechosas de lavado de dinero, como es el caso de las tarjetas Monex y Soriana, administrada ésta por Banamex.
n la transitada calle de doble vía, la fila de coches se detiene por completo. Quince minutos después, con la venia de un vecino que fisgonea desde la planta alta, estaciono el vehículo en la entrada de su garaje y sigo a pie.
al vez la elección de Enrique Peña Nieto sea legal. Pero eso no la convierte en éticamente aceptable, porque fue un proceso saturado de inmoralidades que aprovechan los huecos que las leyes dejan a los expertos en las viejas políticas corporativistas.
a masiva concurrencia a las urnas y el recuento de los votos no dio paso a una celebración por la jornada civil vivida el 1º de julio. La incertidumbre por los resultados de la competencia había sido trastocada por la tormenta de falsos datos que desparramaron los encuestólogos. El concomitante manoseo cotidiano de la opinocracia, prediciendo al inevitable ganador, fue descarado y abrumador. Los aspavientos del aparato de comunicación entero para calificar el proceso de válido y transparente se deshilvanaron casi de inmediato. Una lluvia de revelaciones sobre masivas compras de votos, coacción de votantes y demás parafernalia fraudulenta cayó sobre los ciudadanos de distintas orientaciones, indiferencias o partidarismos. Los sentimientos subyacentes por las ilusiones frustradas y las naturales pasiones desatadas durante la lucha electiva, al no encontrar causes debidos, han ido sedimentando una densa, pero cierto, enojo colectivo, fácilmente trocable en furia.
¿M
anipulaciones sobre la tasa de interés?
Es un tema aburrido, pero el escándalo que involucra al banco inglés Barclays por la manipulación de información para fijar la tasa Libor afecta la vida cotidiana de miles de millones de personas en todo el mundo. El episodio revela una vez más que los agentes del mundo financiero se despachan con la cuchara grande. La investigación de las agencias reguladoras busca tapar con un dedo el deslumbrante resplandor de las mentiras y canalladas de los banqueros.
i no fuera por el respaldo de la revista científica Klinische Wochenschrift la historia parecería realmente fantástica.