Ante la demanda de los movimientos de excluidos de la educación media superior y superior de cancelar el examen único de ingreso a la preparatoria, la Secretaría de Educación Pública (SEP) defendió la prueba como un instrumento válido, por lo que los jóvenes no descartan interponer una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) con el argumento de que esa evaluación violenta el derecho a la obligatoriedad del bachillerato, conforme establece la reciente reforma constitucional.

Hoy, a las 11 horas, los estudiantes y los representantes de la dependencia y de las principales casas de estudio se reunirán por segunda ocasión para continuar con la mesa de negociaciones.

Entre las ocho demandas que expusieron los rechazados durante la primera reunión destaca la cancelación de la prueba, el aumento de la matrícula en las casas de estudio más demandadas y la construcción de nuevas instituciones.

Citlali Hernández, del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (Maes), señaló que se encuentran en la mejor disposición de llegar a un acuerdo y sostener una discusión en los mejores términos, lo cual dependerá de las alternativas reales que presenten este día los funcionarios.

Dijo que si no reciben respuesta satisfactoria, acudirán a las alternativas legales disponibles para hacer valer el derecho pleno de acceso al bachillerato y a la universidad.

Por su parte, Hugo Aboites, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien participa en la mesa de diálogo en apoyo a los jóvenes del Maes, señaló que las autoridades insisten en ofrecer a los estudiantes opciones tecnológicas que ellos rechazan, y para ello argumentan que ese modelo tiene una serie de bondades.

Sin embargo, en la primera reunión realizada el pasado martes, los alumnos cuestionaron por qué los centros tecnológicos imparten educación en locales provisionales y qué opciones ofrecen en términos de la participación de los estudiantes, en alusión a los tradicionales consejos universitarios. En respuesta a ello, la coordinadora nacional de Universidades Politécnicas, Sayonara Vargas, respondió que los alumnos pueden participar en todo lo que se refiere a deporte.

Aboites indicó que las autoridades defendieron la permanencia del examen único de ingreso al bachillerato, pero cuando los jóvenes argumentaron la obligatoriedad de la educación media superior conforme a la reforma constitucional, se hizo un silencio absoluto entre los representantes de las instituciones.

El problema de los estudiantes excluidos también abarca a las normales.

En el reciente examen de selección en la Escuela Normal Superior de México (ENSM), se presentaron 580 aspirantes, de los cuales fueron rechazados 204. Esto, a pesar de que el número de lugares que se ofrecieron fue de 630.

Aldo Santos, del consejo estudiantil de la ENSM, explicó que 121 rechazados obtuvieron un puntaje superior a los 950 requeridos y, pese a ello, no fueron aceptados por el solo hecho de que pidieron el turno matutino.

Además, denunció que el examen-diagnóstico en muchos casos no correspondía a las especialidades de los sustentantes: a los aspirantes a ingresar a historia se les aplicó una prueba de ciencias de la salud, a los de biología una de pedagogía, y a los de inglés una de ciencias sociales.