Además de informar que el premio a la selección de futbol por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fue de 3 millones de pesos, el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Bernardo de la Garza, le dijo al presidente Felipe Calderón que ojalá todo fuera como el deporte: con claridad en los resultados.

“Así –continuó– sería más fácil que muchos percibieran y aquilataran los avances de nuestro México, durante su gestión en muchos otros frentes. Pero el deporte es, y me alegro, una muestra pequeña del México transformado que hereda su administración.”

En la comida que tuvo ayer en Los Pinos el primer mandatario y su esposa, Margarita Zavala, con la delegación mexicana que participó en la justa británica, De la Garza insistió que lo realizado en los juegos fue “toda una hazaña deportiva que por sí sola tiene un valor tan grande que cuesta calificarla. Y si esos resultados son difíciles de definir, más lo es aún el legado que le han dado a México.

Porque las medallas son importantísimas, por supuesto, pero los millones de niños que despiertan su interés por practicar su deporte, gracias a su desempeño, lo es mucho más.

En el convivio se entregaron estímulos económicos a los medallistas. Mariana Avitia, Aída Román, María del Rosario Espinoza, Paola Espinosa, Laura Sánchez, Alejandra Orozco, Iván García, Germán Sánchez, recogieron su cheque, y por la selección de futbol lo hizo Héctor González Iñárritu.

A los que no regresaron con la satisfacción total de Londres, De la Garza les dijo dos cosas: “primero, que fueron a los Juegos Olímpicos porque son los mejores de México y porque mostraron en los procesos el nivel mundial que se requería para estar ahí, cosa no de cualquiera.

“Y segundo, que hagan de eso su motor, que saque lo mejor de ustedes, para que así como Aída, Mariana y Mari lograron sus objetivos, en un futuro próximo ustedes encuentren los resultados que se merecen.”

Resaltó que 40 por ciento de ustedes se ubicó en los mejores ocho de su deporte y terminaron por enterrar, espero que para siempre, la aferrada idea de que México no estaba destinado a ser un país de triunfos.

Después, el titular de la Conade informó que fueron tres millones de pesos lo que aprobó el fideicomiso para la selección de futbol por su presea de oro.

Sobre la beca vitalicia, indicó que deberán revisar la ley, pero yo no encuentro hasta ahora, que recuerde, ningún enunciado de por qué los futbolistas deben ser tratados distinto. Me parece que el espíritu del legislador es reconocer a los mexicanos que ponen en alto el nombre de nuestro país y ellos lo hicieron. Así que debemos otorgar esa beca vitalicia con gusto.

Agregó que son 13 mil 500 pesos (mensuales) de la beca. Tampoco es una cantidad muy sofisticada, pero estoy seguro que les va a ayudar.

Calderón, por su parte, dijo que era un honor recibirlos en Los Pinos y que esta delegación marcará una diferencia, entre un antes y un después en el deporte mexicano, porque le ha dado un nuevo talante y carácter a nuestros deportistas de alto rendimiento.

Hizo un especial reconocimiento a las mujeres de nuestra delegación.

Recordó no sólo las actuaciones de los medallistas, sino de los demás atletas y los comentarios que hizo, por ejemplo, Alejandra Orozco, y que le movieron mucho, porque cuando era niña le pidió un autógrafo a Paola Espinosa. Y están tan sincronizadas, que hasta para recibir la medalla lo estaban, bromeó.

Pero al hablar del tiro con arco no dio en el blanco. También recuerdo que en los Panamericanos Adriana Avitia, Alejandra, dijo, y lo corrigieron: Mariana. Continuó: Alejandra Valencia, perdón, mencionaba que ella decidió entrar a tiro con arco porque le llamó la atención y admiraba lo que había logrado Juan René Serrano en los Juegos Olímpicos de 2008.

Luego Mariana Ávila, oh que la canción, Avitia, perdón, mejor pásenme un acordeón...

En su intervención, Avitia indicó que todos los integrantes de la delegación dieron su mayor esfuerzo, dedicación y entrega, y eso ya nos hace unos grandes triunfadores. Y concluyó con un ¡que viva México!